EGO Y
MEMORIA
Fermín
Huerta Martín
“Se nos
dice: el estado de conciencia desapareció, reaparece, entonces, tuvo que
haberse conservado en alguna parte. Si no estaba en el cerebro, ¿dónde estaba?;
sin embargo, ¿era necesario que estuviera en alguna parte? Veo, en efecto, que
se necesita que este reloj esté en alguna parte, que esté en la sala; se
necesita que la sala esté en la casa, y así sucesivamente. Sí, sin duda, en el espacio,
una cosa se percibe dentro de otra. Todo es contenedor o contenido, pero no veo
necesariamente que para conservarse un recuerdo deba estar en alguna parte,
podría no estar en ninguna parte. Si por azar no se conservara en el cerebro,
en realidad, no se conservaría en ninguna parte, pero esto no le impediría conservarse
de alguna otra manera, que habría que buscar concebir, cierto; solamente,
habría que tallar para esta concepción un concepto nuevo, que no se correspondiera
con nada de lo que conocemos. Es probable, en efecto, que sea algo sui generis,
que no sea reductible a los conceptos que poseemos. Será, quizá, un gran
esfuerzo por hacer, pero tal vez haya que hacerlo.“
Historia de
las teorías de la memoria
Henri
Bergson
Siguiendo a
Henri Bergson imaginemos una memoria pura o memoria ontológica (en nuestra
filosofía, esto es la materia prima que usa el “mecanismo” que construye las
historias sueño antes y después de morir), que recogería TODOS los recuerdos de
un ser humano, por recuerdos incluyo imágenes, sonidos, olores, sensaciones,
estados de ánimo, etc. Imaginemos un género de materialidad conectado con el
plano físico de las personas cuya función fuera “registrar” todo lo ocurrido en
ese plano. La única ordenación que se da en el es la cronológica. Su uso
práctico consciente es inviable y no contribuye a la supervivencia del cuerpo
dado en el Lado 1, que es un plano físico, un entorno hostil donde peligra la
vida, naturalmente hay otros mecanismos de defensa, tener un olfato u oído que
nos advierta del peligro, tener una capacidad de camuflaje que nos oculte al
depredador o una velocidad de huida que nos aleje de él o una fuerza física que
nos sirva para defendernos, etc. Si en
el ser humano no se daba nada (o poco) de esto, su capacidad de supervivencia
pasaba por su inteligencia, como capacidad de crear armas o de aprender a
usarlas, en ambos casos se necesita una memoria operativa practica mas allá de
la memoria pura. Imaginemos ahora una “evolución” de esa memoria ontológica que
de alguna manera (siguiendo algún proceso) destilase una segunda memoria en
base a la repetición o a la importancia para la supervivencia de alguna de las
cosas que se almacenan en la memoria pura. Esta memoria, más pequeña y más práctica
ayudaría a la supervivencia mucho más que la
primera memoria. El ego lo podríamos considerar como una segunda
destilación de la memoria, pero como un proceso que en si ya no almacena
recuerdos, pero si puede acceder a ellos, sería más bien una unidad de acción
para la supervivencia que usa los recuerdos para perseverar en el ser. Esta
unidad es ante todo “duración” ininterrumpida, la duración del ego es como un
movimiento inmóvil, aunque tu cuerpo y todo lo que le rodea se congelara en una
inmovilidad absoluta, el ego seguiría funcionando con estados mentales que se
superponen construyendo la sensación del antes y el después. Aunque este ego
sea una destilación de la memoria, puede hacer abstracción de ella y manifestarse
introspectivamente como ego simple, casi como un mecanismo autónomo de la
memoria.
El Lado 1 y
el Lado 2 han coexistido durante mucho tiempo, no podemos decir que eternamente
pues son fruto de transformaciones anteriores (siguiendo el esquema que utiliza
Gustavo Bueno con la Materia ontológico general). En un momento dado de la
evolución biológica, los cerebros que desarrollaron la capacidad de
entrelazarse con el Lado 2 fueron superiores a los que no, lo que garantizó su
supervivencia. Este hecho favoreció su refinamiento y ampliación de ventajas
evolutivas. El mecanismo básico es el siguiente:
Cuando los
cerebros fueron capaces de desarrollar mecanismos de entrelazamiento cuántico
con el Lado 2 (lo que demuestra su materialidad), desencadenaron el siguiente
comportamiento, en el Lado 2 (que es una materialidad heterogénea con múltiples
cualidades) se empieza a generar un
protoego, que es como una reserva del
“espacio” del Lado 2, esta reserva actúa como una exclusividad que lo
diferencia de otros protoegos. A través de un proceso de evolución similar al
que observamos en el Lado 1, se transforman partes del Lado 2 hasta conseguir
el estado actual (que a su vez sigue en evolución en los dos lados).
Este
protoego termina convirtiéndose en un centro (un circulo, una esfera) con una
determinada estructura que podríamos comparar con la noción de Bueno de
estructura metafinita (https://www.fgbueno.es/med/tes/t031.htm)
A través del
entrelazamiento cuántico, el ego recibe la información del cuerpo (vía
cerebro), esta información atraviesa todos los conos, cada cono está
especializado en retener cierta información de la recibida por el ego, esta
información es la que debe ser de utilidad al ego para la supervivencia, a su
vez este traspaso de información del ego a los conos y a la memoria pura deja
un poso en el ego, este poso seria su “carácter”, que está influenciado por lo
recibido tanto por la materia especifica donde se implanta, esta materia no es
homogénea (no es espíritu) y por lo tanto puede tener superficie defectuosa que
produzca conductas anómalas (con respecto a una conducta establecida como
normal), de alguna forma se reproduce lo que ocurre en el Lado 1 entre lo
genético y lo ambiental, lo ambiental es lo mismo en los dos lados (pues en el
Lado 2 solo se contacta con una zona neutra, vacía de contenido, existiría un
mecanismo que garantiza esto hasta cierto nivel, un “fallo” en esto, es decir,
la posibilidad de que un ego contacte con contenidos de otro ego, podría
explicar la naturaleza de determinados fenómenos denominados paranormales). Así
tendríamos tres constitutivos del carácter de una persona, la sustancia del
Lado 1 (el cuerpo), la sustancia del Lado 2 (el ego) y el ambiente del Lado 1.
Si partimos
de la suposición de que el enlace entre el Lado 1 y el Lado 2 se produce por mediación
de algún mecanismo de naturaleza mecánico-cuántica localizado en el cerebro, no
podemos decir que los registros que se den en la memoria ontológica o pura sean
anteriores a la aparición de los cerebros animales. A su vez estos cerebros ya
implican un organismo más o menos desarrollado, es decir una unidad física que
los diferencia de otros organismos, esto implica ya una supervivencia, lo cual
necesita algún tipo de toma de decisiones y consecuentemente algo parecido a un
ego operativo aunque sea a un nivel muy básico.
Por lo menos
suponemos un origen evolutivo tanto del ego como de la memoria que irían de la
mano. No puede haber registros de memoria sin un mecanismo que seleccione y
comunique lo que se debe registrar. Esto implica ya como mínimo un protoego que
podría existir incluso antes de la conexión Lado 1- Lado 2.
¿Cómo encara
nuestro sistema filosófico el problema del inconsciente? He tenido la suerte de
leer recientemente el librito La invención matemática de Henri Poincaré (KRK
Ediciones 2021) en la pág. 99 dice: “Parece que nos beneficiamos de una especie
de trabajo inconsciente que se produce en nuestro cerebro, sin que lo sepamos,
durante el periodo de ocupación aparente. ¿Qué es pues ese yo inconsciente que
trabaja así para nosotros, que encuentra la solución mientras dormimos y que al
despertar nos la viene a susurrar? ¿No es más que el mecanismo de nuestras
células cerebrales? ¿O bien se trata de algo aun más misterioso?
Aquí
tendríamos dos posibles respuestas, que el inconsciente trabaje paralelamente
al consciente pero en un segundo plano, o que trabaje mientras dormimos en los
periodos en que no soñamos o paralelamente al sueño en un segundo plano.
Cualquiera
de estos dos segundos planos implica que el ego es algo más que esa aparente
unidad fenoménica, que tiene una parte que no controlamos. La solución de una
actividad entre sueños no implica tal conclusión, pues todo el ego durante el
sueño desarrolla una actividad inconsciente con respecto al ego de la vigilia.
Pero en ese caso no hay una fractura del ego en partes.
Foto
portada:
Puede verse
un ego esférico rodeado de conos (en numero indeterminado), uno de esos conos
está abierto y nutre la memoria ontológica o pura, esta memoria puede crecer
expandiendo el segundo circulo que está inmerso en la totalidad del Lado 2. Del
ego surge la acción de entrelazamiento cuántico con el Lado 1.
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