martes, 13 de septiembre de 2016

EL MOMENTO GUSTAVO BUENO





















EL MOMENTO GUSTAVO BUENO

Fermín Huerta Martín

Ante la muerte del filósofo español materialista Gustavo Bueno hago un recorrido de mi relación con su obra.

El pasado 7 de agosto de 2016 moría Gustavo Bueno a punto de cumplir 92 años.
Junto con Mario Bunge, Bueno era para mí un padre intelectual, digo padre por considerarlo un peldaño por encima de maestro. Hay un dato objetivo que revela mi interés por su obra: he leído 43 libros suyos y escrito 12 artículos sobre ellos. Con la intención de no perder esa objetividad he repasado mi Diario filosófico (que escribo desde 1982 y recoge todos los libros que leo).
La primera fecha en la que menciono a Bueno es del 17 de febrero de 1990 donde comento:
“Fruto de dos apariciones recientes en televisión en Tribunal popular y La clave, compro un libro de Gustavo Bueno Etnología y utopía”
La decisión de Bueno de aparecer en televisión cuando era requerido me parece un acierto total, más aun en la época anterior a Internet. Era una manera eficaz de darse a conocer, de divulgarse. A mí me sirvió para conocerlo y decidir comprar un libro suyo, en concreto la 2ª edición de Etnología y utopía (posteriormente compre la primera edición también). Las tres páginas de apuntes que tome de la lectura reflejan lo poco que entendí del libro, sin embargo os copio dos ejemplos de las perlas que soltaba Bueno en ese libro y que fueron las responsables de querer leer más obras suyas:
“Lo que muchos etnólogos llegan a considerar como la peculiar sabiduría de su "perspectiva etnológica" —una sabiduría reductora, que oponen a la de los demás científicos y a la de los filósofos— es, sin embargo, una sabiduría transcendental (no científico-categorial) y, por ello, puede ser ofrecida como alternativa al "etnocentrismo" filosófico. Pero, desde supuestos materialistas, semejante sabiduría es, más que transcendental, el límite de toda transcendentalidad: es la sabiduría teológica (gnosticismo) o la sabiduría escéptica (el nihilismo) bajo la forma aséptica y "científica" de un neutralismo nivelador. Tanto la una como la otra son sabidurías de cuño filosófico "helénico", aunque en su posición límite, aquélla en la que la propia sabiduría se destruye. El gnosticismo es el límite metafísico de la sabiduría filosófica. El escepticismo es su límite negativo, crítico. Ambas destruyen la Filosofía a partir de ella misma. La primera, porque cree "saberlo todo"; la segunda, porque dice, de acuerdo con su "algoritmo", no saber nada. Pero la Filosofía —en cuyo seno se configuró precisamente el "argumento etnológico": basta recordar a Jenófanes, que sabía que los etíopes representarían a sus dioses en negro— se recupera con la negación de aquellos límites, con lo que Marx llamaba la "crítica de la crítica crítica", porque, efectivamente, aunque hay muchas cosas en el mundo que no caben en mi filosofía, también es verdad que si todo principiante es un escéptico, todo escéptico es un principiante.” Pág. 35.
“La "Fe" contiene entre sus dogmas suficientes dispositivos para hacerse compatible con cualquier género de resultados científicos, que se dan "en otro plano". Pág. 139.
El 21 de abril de 1990 compro Cuestiones cuodlibetales sobre Dios y la religión, anoto en mi Diario “comienzo a leer congelando por ahora el de Bunge (Mente y sociedad)” prueba del interés que suscitó en mí. Anoto el día 20 de junio: “El libro que he leído es denso y complejo en su casi totalidad”  Al mismo tiempo encargo El animal divino y Ensayos materialistas.
El día 23 de junio escribo: “Finalmente he conseguido por ahora Ensayos materialistas de Bueno por lo que paso a leerlo y se puede decir que continua mi línea Bueno. Parece que por fin estoy frente a un genuino libro de filosofía de él.”
El 7 de julio escribo: “Termino de leer Ensayos materialistas, tengo que decir muy a mi pesar que este libro no a cubierto mis expectativas, que me ha defraudado, libro extenso, denso y complejo. Académico, lleno de fórmulas lógicas, de frases no traducidas de otros idiomas, de constantes referencias a los clásicos, junta una idea de innecesaria complejidad que no he sabido desvelar y que me ha hecho quedarme con las ganas al leerlo. Con la sensación de no haber “captado su esencia”, libro al fin “académico” y como tal, por encima de mis posibilidades. Pero quizás por alguna de sus partes más o menos comprendidas, referencia obligada de futuras consultas o relecturas.”
En septiembre de 1990 me suscribía a la revista El Basilisco, editada por la órbita de Bueno.
6 de octubre: “Definitivamente El animal divino está agotado, termina así la odisea de tres meses de búsqueda”
2 de marzo de 1991: “Termino de leer Symploké de Bueno, Hidalgo e Iglesias, un libro que es una exposición de la filosofía de Bueno, comprimida en temas y capítulos y que será referencia obligada en el futuro para consultar. El libro a pesar de estar destinado a 3º de BUP es lo habitualmente complicado que suelen ser los libros de Bueno con una terminología técnica filosófica, simbología lógica, citas en latín y griego, etc. A pesar de todo es una herramienta imprescindible para seguir avanzando en mi camino filosófico y uno de los mejores libros que he leído nunca.”
28 de mayo: “Termino de leer Sobre Asturias, una recopilación de artículos aparecidos en prensa la mayoría. Es un libro inteligible casi al 100% pero además muy interesante de la faceta “social” de un filósofo de la talla de Bueno, preocupado de lo que le rodea y dando su opinión. En los textos va soltando pequeñas dosis de su materialismo filosófico y a veces resulta cómico, cuando no sorprendente, ciertas referencias ultratécnicas (de filosofía o ciencia) en contextos mundanos.”
8 de junio: “inicio la bibliografía de Bueno”.
Deje de trabajar en ella en 2004.
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2010/07/bibliografia-de-gustavo-bueno.html
16 de junio: “Termino de leer Materia, un libro interesante que me ha permitido acceder a una primera comprensión de la teoría de Bueno de los géneros de materialidad expuestos en Ensayos materialistas, de una forma más completa y global. Lo negativo del libro son sus referencias escritas en griego o latín y su bibliografía en alemán. Este es uno de los aspectos más negativos de la filosofía académica que Bueno defiende, puesto que hace que quien no sea universitario (como yo) no puede acceder completamente a su obra por sus referencias a los idiomas antes citados. Y es que una cosa es renegar de la opinión mundana y otra aceptar solo de enseñanza universitaria para arriba, existiendo (creo yo) un campo intermedio de gente que nunca hemos estudiado ni griego ni latín (por estudiar formación profesional o similares) y que sin embargo tenemos inquietudes filosóficas que se ven mermadas por las continuas referencias a estos idiomas no traducidas. Esta es una visión incompleta de la realidad filosófica del país.”
15 de mayo de 1993: “Termino de leer el libro de Walter Filosofía y ciencia en la URSS. Interesantísimo libro que un poco por casualidad me ha permitido empezar a aclararme las fuentes originarias y directas del materialismo filosófico de Bueno, incluso esa expresión seguida de marxista aparece en el libro. Aquí he encontrado en trozos seleccionados de la obras de Marx, Engels, Lenin y Stalin conceptos que había encontrado en Bueno como naturaleza infinita, materia inagotable, etc. Aunque tras profundizar un poco en el conocimiento del materialismo dialéctico tengo que reafirmar la impresión que me produjo en una vez anterior y más superficialmente conocida de ser una filosofía con toques absurdos e irracionales, puede decirse que es el pilar sobre el que se edifica más tarde la obra de Bueno, la cual modifica la parte dialéctica y refina (gracias a las ciencias) la parte material (como su ambigua postura sobre las relaciones ideas/cerebros) del materialismo dialéctico mejorándolo notablemente.
Ahora leeré los artículos de Bueno en El Basilisco 1 al 6 y así espero aclarar más conceptos sobre su obra y volver a atacar por tercera vez su libro capital Ensayos materialistas.”
 28 de junio: “En la actualidad estoy enfrascado en la relectura de Ensayos materialistas, creo que poco a poco voy arañando la superficie de este monolito inmenso que es la filosofía de Bueno.”
8 de julio: “Ayer termine de leer por tercera vez Ensayos materialistas, libro clave en la producción de Bueno. En esta lectura creo rondar ya el 90% de comprensión de texto. He encontrado además las ideas-gérmenes de lo que después será posturas más desarrolladas. También he dado un paso grande de acercamiento a las posiciones “dialécticas” sobre todo a causa de cambiar mi errónea información sobre esta postura y que encontraría una total comprensión y consentimiento en la oposición metafísico/dialectico que Bueno siguiendo a los clásicos también suscribe. Pero a pesar de ello creo estar todavía más cerca del pensamiento de Bunge, a pesar de una grave carencia, no disponer de su obra capital el Treatise, y es que sus 13 libros que tengo y he leído con ser importantes no pueden compararse con este de Bueno a una exposición ontológica profunda.
Paso a comentar mis puntos de acuerdo o desacuerdo con sus ideas en la medida en que creo comprenderlas:
1-La concepción materialista avanza criticando las concepciones metafísicas y no sobre los resultados de las ciencias naturales que pueden ser compatibles con sistemas idealistas, espiritualistas, etc.
Esto, con ser legítimo, parece dejar al materialismo a merced de la existencia de las concepciones metafísicas, y parece como si de no existir estas no existiera aquella. Repito con ser legítimo, y yo he usado símiles parecidos en algún artículo, creo que la mejor concepción materialista debe partir de los resultados de las ciencias naturales, que nunca encontraran  (si no existen) entes inmateriales que refuten el materialismo. Aunque estoy de acuerdo en que catalogar a la ciencia de materialista es una postura filosófica.
2-Estaria de acuerdo con que fuera de la materia no hay nada. En que la forma es la materia que se relaciona con otra materia de un cierto modo, que el movimiento es la relación entre partes de materia. En que toda filosofía verdadera ha de ser entendida como materialista.
3-Vuelvo a dudar cuando dice que el dogmatismo y el escepticismo son negación del saber, y cuando pone los límites del pensamiento en el mundo y la nada. Porque de ser consecuente con su postura filosófica debe reconocer que el destino de la conciencia es la nada, aunque no lo sea de la materia (¿).
4-Cuando habla de la materia y dice que es plural, estoy de acuerdo, cuando dice que es indeterminada, en el sentido de que aun quede por descubrir (o determinar) formas de materia (materia oscura) estoy de acuerdo. Pero cuando dice que es infinita ya no puedo estar de acuerdo y no porque piense que es finita, sino porque pienso que es un postulado incomprobable, por lo menos de momento en cualquiera de los dos sentidos. Lo mismo que cuando dice que la realidad es inagotable, no sé si expresa una certeza (a la que no sé cómo ha llegado) o un deseo.
5-Solo en un sentido que no implique contradicciones puedo aceptar la pluralidad de verdades contrapuestas entre si algunas de ellas.
6-Lo de implantación gnóstica/política de la filosofía, tal vez habría que buscar una tercera vía que fuese intermedia de las dos o por lo menos que suavizase el concepto de “salvación” en la implantación gnóstica, para poder identificarme al menos yo.
7-Lo de que el mundo se produce en el acto de conocer, si es una metáfora si, sino no.
8-La verdad como identidad sintética tengo que profundizar más pero no es muy diferente del sentido tradicional de adecuación signos/objetos.
9-Y por fin su distinción naturaleza/cultura estaría de acuerdo.
Para terminar quisiera referirme al cambio de mentalidad que tengo que experimentar para comprender toda la filosofía de Bueno y por supuesto para aceptarla. Un cambio que incluya cosas que quizás por no tener desconozco, y que sería un esfuerzo más en mi carrera filosófica en solitario hacia no sé dónde.”
16 de octubre de 1993: “Comienzo a leer el tomo 2 de la Teoría del cierre categorial. Saltándome un poco a la torera el orden ya empezado, pero es que creo que es tan interesante que no puedo esperar más. Ante mi tengo la doble tarea de buscar respuestas a las críticas de Bueno y varios autores en Actas del 2º Congreso de Teoría y Metodología de las ciencias, sobre Bunge.”
8 de enero de 1994: “Termino de leer el segundo tomo de la Teoría del cierre categorial. Libro importante de Bueno en que toca temas como la critica a Bunge, las categorías o las totalidades. Espero continuar leyendo el tomo 3 y a la espera de continuar con los siguientes, en especial el 5 que promete un diccionario de palabras que espero amplíe el de Symploké.”
23 de marzo: “Termino de leer el tomo 3 de TCC y aunque tengo ya el 4 y el 5 (este último con un  interesante glosario) voy a parar de leer esto de momento y leeré el prólogo al libro de A. Fdez. Los dioses olvidados, de Bueno, y el Protágoras de Platón comentado por Bueno.
La TCC de  Bueno es una obra extensa y compleja pero de la que voy extrayendo importante información y observando la complejización progresiva de sus ideas y nuevas palabras para sus investigaciones. Es una obra a releer por lo menos en sus textos más comprometidos filosóficamente. Parece que tiene otros libros listos para editar, no para el hombre a sus años, espero que pueda culminar con éxito sus proyectos editoriales.”
25 de marzo: “Por fin puede decirse que existe un texto de Bueno que expone en una cierta síntesis su filosofía, es el prólogo al libro de Tresguerres Los dioses olvidados. Bello articulo y muy importante, referencial.”
18 de abril: “Tengo varios planes para la obra de Bueno, desde un repaso serio de todos mis apuntes de el para hacer gráficos que me ayuden a comprender sus teorías hasta un diccionario con sus principales vocablos “especiales” o quizás fotocopiar sus libros con este tema y recortar y fabricarme uno.”
14 de mayo de 1994: “Realizo un cuadro-resumen de la TCC, es como una síntesis de algunas de las lecturas de Bueno tras 4 años de estar con él. Ahora solo me cabe esperar más libros de Bueno y continuar leyéndolos.”
27 de agosto: “Sin duda alguna de las lecturas hechas este verano, lo más interesante ha sido (paradójicamente) una relectura, la de la conferencia de Bueno en el 1º Congreso de Teoría y Metodología de las ciencias sobre el cierre categorial aplicado a las ciencias físico-químicas. Esta bella exposición  de la TCC del año 82 que algo pesadamente leí casi diez años después, en el 91, pero que no entendí excesivamente. Resulta que 3 años después mis esfuerzos se han visto recompensados y puedo decir que comprendo aquella exposición y (que cada vez mas) comparto sus puntos de vista, y que el punto de vista Bueno empieza casi a empatar con el punto de vista Bunge, lamentablemente de este último autor no leo lo que debería leer y lo peor es que no releo lo que debería releer. Mientras que de Bueno por ser un producto español estoy más al día de su obra. Lo cierto es que no hay demasiado por lo que alegrarme, pues la publicación en 15 Vol., de su TCC hace que aquella exposición  del 82 quede desbordada y que por lo tanto se tenga que trabajar en el nuevo y ultimo material ahora que el viejo material estaba siendo digerido. Así, ahora que podría suscribir su distinción entre emergencia y anamorfosis, esta ha sido re expuesta y complicada de tal manera que necesito nuevos esfuerzos para comprenderla y juzgar después mi adhesión o no, teniendo en cuenta su arriesgada maniobra de situar cosas fuera de la esfera positiva de las ciencias a la hora de explicar la anamorfosis. Seguiremos luchando con la obra de Bueno.”
19 de noviembre: “Comienzo a trabajar en un artículo con críticas a la filosofía de Bueno.”
31 de diciembre de 1994: “Trabajo en mi artículo ¿Es necesaria la Materia ontológico-general? Se frena mi pasión desbordada por Bueno y tiendo de nuevo a Bunge.”
7 de marzo de 1995: “Me debato tortuosamente en estos días sobre una difícil cuestión filosófica para poder terminar mi artículo  ¿Es necesaria la MOG? Es relativa al M3 bueniano ¿existían los objetos  de M3 antes de surgir el hombre? Vueltas y vueltas.”
10 de marzo: “Estoy realmente atascado con esa parte de mi artículo  sobre la MOG. La cuestión es la siguiente ¿Qué conceptos de los utilizados por Bueno en su M3 son susceptibles de existir antes de la aparición del hombre? Todo comenzó con el concepto “orbita”, si podemos afirmar que la Tierra existía antes de la aparición del hombre, es innegable que debemos reconocer que también existía su órbita, trabajo ahora (por cierto dedicando más tiempo  a este problema de lo que puedo recordar en anteriores artículos) en delimitar que conceptos de M3 son inherentes al hombre y cuáles no. Tengo muchas dudas con conceptos como clases, números, etc. Porque es también evidente que lo mismo que la Tierra y su órbita existían, había 9 planetas (o los que hubiera) y que existía la clase de planetas del sistema solar ¿o no? La ayuda del referente fisicalista y la concreción individual de cada concepto que eran los apoyos con los que partía no me acaban de salvar del atolladero en el que estoy metido.”
29 de abril de 1995: “El pasado jueves día 27 ocurrió un acontecimiento importante, según las encuestas más de 3 millones de personas de este país vimos a Bueno por TV. Se trataba del primer programa de Un paseo por el tiempo presentado por Julio Otero. De alguna manera el acontecimiento tiene su importancia por dar a conocer al gran público un pensador como Bueno. De hecho 5 de los 7 periódicos que he comprado hoy lo reseñan, en su mayor parte con halagos para Bueno y alguna crítica a la Otero.”
9 de septiembre: “Doy por finalizado mi artículo ¿Es necesaria la MOG? Sin duda mi mejor artículo de cuantos he escrito, el más trabajado y simbólicamente el más importante por lo que de critica a mi admirado Bueno tiene.”
El artículo permanece inédito. Me he planteado varias veces publicarlo en mi blog sin conseguirlo.
28 de octubre: “Comienzo a leer el libro La filosofía de Gustavo Bueno, por lo ojeado, un libro importante porque por fin encuentro criticas de su obra”
27 de marzo de 1996: “Termino de leer ¿Qué es la filosofía? Pagaría dinero por haber estado presente en esa conferencia.”
2 de abril: “El día que tenga en mis manos El animal divino, podre gritar y cantar ¡Aleluya! De los tres libros pedidos a Pentalfa solo me mandan La ontología materialista de GB de F. Giménez. Los otros dos de Bueno El animal divino y El sentido de la vida, aún no han sido publicados. ¿Existe en el Universo una editorial más bromista que Pentalfa?”
18 de abril. “Termino de leer La ontología materialista de G. B., esta lectura es un punto de ruptura en mi trayectoria de lecturas de Bueno, iniciada hace ya 6 años. Nunca he sido un buenista convencido, ha habido momentos en los que me he sentido muy próximo a la parte de su filosofía que he comprendido. La lectura de este libro de un profesor de filosofía de mi edad resulta un compendio de las tesis ontológicas de Bueno y como tal las he podido leer todas juntas en 10 días. Esto quizás ha sido el detonante de tener juntas todas las ideas con las que no estoy de acuerdo. La obsesión por la infinitud de la Materia podría aceptarla, pero sencillamente es incomprobable. Más grave es el tema que me hizo escribir mi artículo sobre la MOG, sencillamente no puedo aceptar ninguna autonomía de M2 y M3 y una relación directa con la MOG de estos géneros. Su excurso sobre las esferas y la conciencia o la pluralidad de verdades no las puedo aceptar, aun así es evidente que con otras muchas cosas estoy de acuerdo y podría usarlas en una versión diferente de materialismo. Creo que Bueno en algún momento de su vida se rindió en la lucha de explicar materialmente M2 y M3 y entonces creo la MOG para solucionar el problema. Es divertido que Vidal Peña no se crea a Bueno al respecto de algunas consideraciones de M2. Aun así está claro que  aún estoy interesado en seguir leyendo sus libros, aunque de una forma más distanciada que antes, sabiendo que gran parte de sus ideas son aprovechables. Ahora más que nunca siento tristeza de no poder leer los libros fundamentales de Bunge.”
1 de julio de 1996: “Ayer de madrugada termine de leer un libro importante El animal divino segunda edición. Quizás la deuda de lectura más grande que tenía con Bueno ya se ha saldado, un libro imponente, casi me ha convertido para su tesis “el hombre hizo a Dios a imagen y semejanza de los animales” por lo menos ahora lo conozco y la puedo comparar plenamente con la opinión de Puente Ojea y el “animismo”. La verdad es que no me había planteado muy seriamente el tema del origen de la religión, mi critica había sido dirigida siempre contra la religión actual o ya establecida, y esta toma de contacto con la teoría de Bueno me ha hecho reflexionar sobre cosas difíciles de probar (por no decir imposibles) en las que entran muchos factores, como ¿cuándo podemos llamar hombre a un antepasado? ¿Cuándo desarrollaron la noción del “yo”?, etc. Y en fin la considero plenamente valida, coherente, bien construida y desarrollada y de gran poder explicativo y a tener en cuenta a partir de ahora en mis reflexiones sobre el tema, un gran libro por el que ha merecido la pena esperar 6 años para leer.”
8 de febrero de 1997: “Hoy he terminado de leer un libro gigante de un maestro El sentido de la vida de Gustavo Bueno. Con este libro sobre un tema inusual en el que Bueno se consagra como lo que es, un gran filósofo. Siempre se aprende algo en sus densas páginas, siempre te sorprende, siempre te hace pensar. Un libro para releer y reflexionar.”
1 de marzo de 1999: “El pasado viernes estuve otra vez navegando por Internet en un café. Imprimí 120 páginas de Bueno, entre ellas la bibliografía de la página de su fundación, resulta que me faltaban muchas referencias pero a ellos de las mías también, así que estoy inmerso en la redacción de un carta para ponerles a corriente de las carencias que tienen entre otras cosas, como pedirle un autógrafo.”
21 de abril: “La alegría del año, el hijo de Bueno me escribe y me manda un autógrafo de su padre junto con diverso material de la fundación y dos opúsculos de Bueno.”
27 de julio: “Hoy por fin tengo en mis manos las fotocopias que pedí a la Biblioteca Nacional. La sensación de tener en mis manos El papel de la filosofía en el conjunto del saber después del tiempo que he pasado buscándolo ha sido indescriptible. Se me abren las puertas para conseguir todos los libros editados en castellano que siempre he querido. Hoy mismo he completado Materialismo y ciencia de Bunge. ¿Sera verdad que con Internet todo es posible?”
13 de agosto: “Leo El papel de la filosofía en el conjunto del saber, un libro impresionante, básico y como casi todos sus libros releible.”
28 de agosto: “ He leído diversos artículos de Bueno como  Los límites de la evolución en el ámbito de la Scala Naturae, por fin completo, junto con otros del volumen colectivo Evolucionismo y Racionalismo. Asturias 6 modelos para pensar su identidad. Sobre la idea de dialéctica y sus figuras. Todos estos artículos junto con la lectura de El papel… me han permitido profundizar un poco más en la obra de Bueno y reafirmarme en que hay un aspecto de su obra con la que no estoy de acuerdo. Aquella en la que pretende que los géneros de materialidad provienen cada uno de ellos de la MOG directamente y no cada uno de otro “anterior y más primitivo” o como argumenta en Los límites de la evolución… que los componentes del cuerpo son una imagen del fenómeno antropomórfico en vez de al revés. Sin embargo su filosofía sigue ejerciendo una profunda atracción hacia mí y prueba de ello es que mi siguiente pedido a la Biblioteca Nacional será integro para obras suyas.”
15 de abril de 2000: “Termino de leer España frente a Europa de G. B., un libro muy interesante. Espero que Bueno viva lo suficiente como para poder terminar su TCC.”
14 de agosto: “Termino de leer La metafísica presocrática, un libro excepcional de Bueno.”
17 de marzo de 2001: “Termino de leer Televisión: apariencia y verdad”. Un libro genial de GB donde hace una disección asombrosa de los términos del título. Para volver a releerlo.”
2 de julio: “He comenzado a esbozar el artículo en el que comparo la causalidad de Bueno y Bunge, y quizás lo amplíe a otros temas. He sufrido un pequeño cataclismo en mi admiración por Bueno, a raíz precisamente de documentarme para el artículo de la causalidad y en base a dos palabras claves: apagógico y symploké, la mezcla de estas dos cosas me ha hecho ver el MF de Bueno como una construcción en el aire. El termino apagógico lo usa Bueno en momentos clave para tomar partido por alguna opción cuando directamente no puede probarse esa opción ni ninguna de las opciones. Por los efectos “negativos” de las demás opciones o por ser la menos mala, esto le lleva a aceptar el principio de symploké  de Platón y a aplicarlo a múltiples situaciones por principio, como en el mencionado problema de la causalidad, cuando el resultado es absurdo como pretendo demostrar en mi artículo. También he redescubierto la enorme importancia de su teoría holótica en la que tengo que profundizar.”
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2011/12/criticas-de-gustavo-bueno-la-causalidad.html
18 de marzo de 2002: “Termino de leer El mito del alma de Puente Ojea, donde fundamenta una visión actual del materialismo  clásico reduccionista y se atreve a criticar a Bueno.”
3 de abril: “Nunca he aceptado plenamente el núcleo de la ontología de Bueno, y el libro de Puente Ojea me lo ha puesto de manifiesto.”
8 de diciembre: “Termino de leer El materialismo de Spinoza de Vidal Peña. De alguna manera la lectura de este libro era algo así como la última oportunidad que le daba al MF de convencerme de sus posiciones frente a mi postura monista-reduccionista defendida este mismo mes por Puente Ojea en El Catoblepas, en un artículo que es algo así como un resumen de mi artículo ¿es necesaria la MOG? Está claro que existe otra vía materialista diferente de la de Bueno, y que para mí capitanea Bunge, como lo demuestra la polémica Bueno/Puente. Lo triste es que no tenga acceso al Teatrise de Bunge en castellano para conocer tan a fondo la ontología de Bunge como la de Bueno.”
12 de septiembre de 2005: “Termino de escribir y mando a El Catoblepas el articulo Apuntes mundanos sobre la bibliografía cronológica de Gustavo Bueno.”
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2010/03/apuntes-mundanos-sobre-la-bibliografia.html
23 de septiembre de 2008: “Filosóficamente me he distanciado de Bueno y acercado a Bunge, llevo un año sin leer nada de Bueno. Espero ansioso que se vaya editando el Tratado de filosofía de Bunge para conocer los detalles de su ontología, sobre todo el volumen 3.”
02 de febrero de 2009: “Ayer publicaron en El Catoblepas mi artículo Gustavo Bueno y los crucifijos. Parido después de un mes de gestación, locura, inspiración y documentación.”
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2010/04/gustavo-bueno-y-los-crucifijos.html
15 de abril: “Mi artículo “G.B. y los crucifijos” fue contestado por dos personas en El Catoblepas, yo les respondo en mi artículo “La cruz del materialismo filosófico” que envié el otro día  y fue rechazado por aspectos “formales”, lo he corregido y vuelto a enviar. Estoy a la espera.
01 de mayo: “Finalmente mi artículo no se ha publicado, pero tampoco me han escrito para decirme si lo han rechazado o si lo publicaran en otro mes. Estoy a la espera.”
Como ampliación de esta información os copio esto publicado como comentario en mi blog:
“En febrero de 2009 publiqué en El Catoblepas y en Razón Atea el artículo Gustavo Bueno y los crucifijos, al mes siguiente me contestaron en El Catoblepas Joaquín Robles López y Marcelino Javier Suárez Ardura, el 31 de marzo envié a María Santillana, coordinadora de la revista, el artículo La cruz del materialismo filosófico, mi replica a esos dos artículos. El 7 de abril recibo un e-mail de María diciéndome “Si prefieres mantener la polémica en la revista, te sugerimos que modifiques el estilo y cuides un poco más los detalles formales de tu respuesta, que si pueden disculparse en un texto que se supone rápido como el apropiado para un foro o un blog, desmerece el formato más cuidado que se espera de un artículo de revista.”
El 10 de abril envío de nuevo el artículo corregido.
Como no tuve respuesta mande un e-mail el 1 de junio y otro el 10 de junio preguntando por la situación del artículo pero aún no he recibido contestación.
Finalmente el 9 de julio Juan Carlos Paredes tuvo la amabilidad de publicar el artículo en su blog, Homo Viator. Esta era la versión que yo corregí para El Catoblepas y que no me publicaron, ahora os presento aquí el artículo tal como se envió por primera vez y que no fue aceptado, el artículo, de todas formas, había pasado ya por un proceso de autocensura.”
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2010/05/la-cruz-del-materialismo-filosofico.html
01 de diciembre de 2009: “Publico en Razón Atea mi artículo La unión de los ateos es posible y deseable.”
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2010/06/la-union-de-los-ateos-es-posible-y.html
14 de abril de 2010: “Termino de leer El fundamentalismo democrático y comienzo a documentarme para escribir el articulo Gustavo Bueno y el aborto.”
Este fue el último libro leído de Bueno a fecha de hoy (septiembre de 2016).
Ya no tengo más anotaciones en mi diario sobre libros de Bueno.
El 1 de octubre de 2010 publico en mi blog el artículo Gustavo Bueno y el aborto.
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2010/10/gustavo-bueno-y-el-aborto.html
El 16 de junio de 2011 publico Tiempo y devenir en el materialismo filosófico.
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2011/06/tiempo-y-devenir-en-el-materialismo.html
El 28 de julio publico Infinito yo te cito.
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2011/07/infinito-yo-te-cito.html
El 27 de octubre de 2012 publico Superstición y razón en Gustavo Bueno.
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2012/10/supersticion-y-razon-en-gustavo-bueno.html
El 28 de junio de 2013 publico La vieja polémica entre Manuel Sacristán y Gustavo Bueno.
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2013/06/la-vieja-polemica-entre-manuel.html
El título del presente artículo hace referencia a un hecho curioso, siempre pensé que podría conocer en persona (por proximidad geográfica) a Bueno y no a Bunge y sin embargo fue al revés, pude disfrutar de dos breves encuentros con Bunge pero nunca pude hacerlo con Bueno. Lo importante de un padre intelectual es su obra y no su presencia física, sin embargo, aunque suene a pasión adolescente por un ídolo musical, el contacto personal tiene algo de numinoso (por usar un término de Bueno) y por eso anhelamos tenerlo con quien nos fascina.
¿Cuál será el futuro del materialismo filosófico?
Ahora que su creador y guía ha dejado de ser un Ego transcendental. Está claro que entre los discípulos de Bueno hay muchos preparados para desarrollar los múltiples aspectos de su filosofía, por ejemplo Javier Pérez Jara. Los problemas vendrán cuando surjan discrepancias en los temas entre diversos discípulos pues ya no tendrán el árbitro fundador para impartir sabiduría y marcar la línea a seguir. Ya veremos lo que sucede.
A partir de la publicación de mi artículo Gustavo Bueno y los crucifijos, eche de menos por parte de otros discípulos un poco más de sentido crítico hacia el maestro, también con temas como el aborto o el matrimonio homosexual. Es posible que su acuerdo con Bueno fuera absolutamente total y que eso explicara la falta de disidencia. Pero esa actitud me parece muy poco “Buenista”, Bueno (junto con otros) no me enseñó a pensar para terminar siendo un acrítico, un conformista con la autoridad, la admiración no puede confundirse con la sumisión.
La realidad es la desaparición de un filósofo total, con cuyos libros, artículos y videos he pasado algunos de los mejores momentos de mi vida.
Afortunadamente nos queda su obra, inmensa, casi infinita, que transmite la misma energía que desprendía en sus apariciones públicas.

lunes, 28 de marzo de 2016

¿QUE ES EL EGO PARA EL ETERNALISMO?





















¿QUE ES EL EGO PARA EL ETERNALISMO?
Fermín Huerta Martín

“Sólo es posible poner de acuerdo ambos sistemas de relojes, y con ello generalizar la noción de simultaneidad, cuando c=∞; esto es, en el caso de que se disponga de una acción, empleable con el fin indicado, que se propague instantáneamente. En la Mecánica clásica no hay nada que se oponga a la existencia de estas acciones y, por ende, a que en principio sea posible aceptar la noción de un tiempo absoluto.”
Blas Cabrera. Principio de relatividad.



El eternalismo al que voy a referirme en este texto es la filosofía del tiempo que ha perfilado en diversos artículos el profesor Gustavo Esteban Romero (profesor titular de Astrofísica relativista en la Universidad de La Plata), cito y enlazo los artículos en español que sobre el tema he podido consultar suyos:
La venganza de Einstein: ondas de espacio y tiempo.
http://factorelblog.com/2016/02/15/la-venganza-de-einstein-ondas-de-espacio-y-tiempo/
Sobre la ontología del espacio-tiempo. https://www.dropbox.com/s/8r5pnp8s3fq5w18/Copia%20art%C3%ADculo%20romero.%20.pdf?dl=0
http://arxiv.org/abs/1509.08981
Presentismo y 4-dimensionalismo: una respuesta a Fermín Huerta Martín.
En el Facebook de Lectura y análisis de las obras de Mario Bunge del 17 de abril de 2015 y aquí:
http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2015/04/tiempo-para-el-presentismo-filosofico.html
¿Qué es el presente?
http://www.iar.unlp.edu.ar/boletin/bol-jun12/Que%20es%20el%20presente.pdf
Tiempo y filosofía.
http://www.iar.unlp.edu.ar/divulgacion/art-difu-pdf/Romero-G-E-Tiempo-Filosof%C3%ADa.pdf
Elogio de Parménides. Una modesta visión de la eternidad.
http://www.iar.unlp.edu.ar/divulgacion/art-difu-24.htm
¿Es posible viajar en el tiempo?
http://www.filosofiaenlared.com/2015/02/es-posible-viajar-en-el-tiempo_18.html
Vaya por delante mi profunda admiración a Gustavo y no solo por sus textos sino también por su actitud frente a la ciencia y la filosofía.
Antes de entrar en materia quisiera resaltar la importancia de su artículo Sobre la ontología del espacio-tiempo, para el desarrollo del eternalismo y de la filosofía científica (y esto lo digo sin estar de acuerdo con algunas partes del articulo). Recomiendo su lectura absolutamente.
El tema del eternalismo está de plena actualidad debido a la supuesta detección de ondas gravitatorias en septiembre de 2015 y su comunicación en febrero de 2016. Gustavo considera que el descubrimiento prueba que el presentismo es falso, sin entrar a valorar esta apreciación (que como presentista no acepto) cabe resaltar la simbiosis entre ciencia y filosofía que la noticia representa.
En un artículo anterior ya hice un esbozo de crítica al eternalismo (Tiempo para el presentismo filosófico http://ferminhuerta.blogspot.com.es/2015/04/tiempo-para-el-presentismo-filosofico.html). En esta ocasión voy a centrarme en un aspecto más concreto, el cual considero el punto más débil de este enfoque filosófico sobre el tiempo.
Para definir mejor la postura del eternalismo de Gustavo sobre este tema copio algunas partes de su artículo ¿Qué es el presente?
“Sostengo que el ‘ahora’ y ‘aquí’ emergen de la existencia de individuos auto-conscientes en un cierto entorno. Estos individuos no perciben el tiempo, sino los cambios en las cosas. En forma similar, percibimos las relaciones espaciales entre las cosas, no el espacio. En particular, no percibimos el paso del tiempo, sólo los cambios de nuestro cerebro. No hay presente per se, como tampoco olor, dolor, alegría, belleza, ruido, ni ninguna cualidad secundaria sin individuos sensibles.
Lo que llamamos “el presente” no está en el mundo; emerge de nuestra interacción con las cosas.”
“Hay ciertas experiencias que agrupamos como presentes, y solemos pensar que este agrupamiento de eventos viene dado por el mundo, no por nosotros. Esto es, sin embargo, una ilusión. Sostengo que el uso de tiempos verbales no es necesario, y de hecho no aparece, en las ciencias naturales. Esta idea ha sido expresada claramente por Poeppel (1978) sobre la base de sus investigaciones neurológicas:
[…] nuestro cerebro tiene un mecanismo integrador que compone secuencias de eventos en el contenido de la conciencia, haciéndolos parecer para nosotros como el presente. La integración, que se extiende en forma objetiva sobre el tiempo, es luego la base sobre la cual experimentamos una cosa como presente.
[…] El ahora, el presente subjetivo, no es algo en forma independiente, sino un atributo de la conciencia. Cada objeto de la conciencia es siempre necesariamente ahora, de allí la sensación del “ahora”.”
“Los eventos físicos están ordenados por la relación ‘antes que’, o ‘después que’, y ‘simultaneo con’. En  la representación de las leyes de la física no hay ‘ahora’ o ‘presente’. Lo que llamamos ‘presente’ no es ni una propiedad intrínseca de los eventos ni un instante de tiempo, como tampoco una cosa en movimiento. El ‘presente’ es una relación entre un cierto número de eventos y un individuo auto-consciente.” ”El devenir no es una propiedad de los eventos físicos, sino de la conciencia de dichos eventos. Llamamos ‘devenir’ a la serie de estados de conciencia asociados a un cierto curso de eventos. Los eventos no pasan, sólo son. Hermann Weyl (1949) lo sintetizó en estas palabras:
El mundo objetivo simplemente es, no transcurre. Sólo mi conciencia, subiendo por la línea de mi vida, hace que una sección de este mundo torne a la vida como una imagen fugaz en el espacio que cambia continuamente en el tiempo.”
Si hiciéramos caso de las citas de Poeppel seleccionadas por Gustavo reduciríamos el problema del movimiento del mundo al problema del movimiento del cerebro. Aun dando por buena su frase “no percibimos el paso del tiempo, sólo los cambios de nuestro cerebro” y aun cuando aceptásemos que los eventos son y no transcurren, no podríamos eliminar el transcurrir del cerebro.
Me parece innegable la similitud de este planteamiento con un fragmento de la Crítica de la razón pura (Primera parte §7) de Kant:
“Explicación. Contra esta teoría, que concede al tiempo una realidad empírica, pero que combate su realidad absoluta y trascendental, se me ha hecho por hombres entendidos una objeción que me parece ha de ocurrir también a aquellos lectores que están poco habituados a estos asuntos. Se me objeta diciendo: las mudanzas son reales (lo cual prueba el cambio de nuestras propias representaciones, aunque se quisieran negar todos los fenómenos exteriores, así como sus cambios). Ahora bien: los cambios sólo son posibles en eI tiempo; luego el tiempo, por consecuencia, es algo real, la respuesta no es difícil: concedo todo el argumento, el tiempo es indudablemente algo real, a saber: la forma real de la intuición interna. Tiene, pues, una realidad subjetiva en relación a la experiencia interna: es decir, yo tengo realmente la representación del tiempo, y de mis propias determinaciones en él. Por consiguiente, el tiempo no es real como objeto, sino sólo como el modo que tengo de representarme a mí mismo como objeto. Si pudiera contemplarme o ser contemplado por otro ser, sin esta condición de la sensibilidad, las mismas determinaciones que hoy nos representamos como mudanzas, darían un conocimiento en el cual la representación del tiempo, y por consiguiente la de mudanza, no existirían. Su realidad empírica permanece, pues, como condición de todas nuestras experiencias. Más la realidad absoluta no se puede, según lo manifestado, conceder al tiempo. Este no es más que la forma de nuestra intuición interna (Yo puedo decir: mis representaciones se suceden; pero esto solo quiere decir que nosotros tenemos conciencia de ellas como una sucesión; es decir, según la forma de nuestro sentido interno. No es por esto el tiempo algo en sí mismo, ni tampoco una determinación dependiente objetivamente de las cosas). Si se quita de esta intuición la condición especial de nuestra sensibilidad, desaparece igualmente el concepto de tiempo; porque esta forma no pertenece a los objetos mismos, sino al sujeto que los intuye.”
La clave del asunto está en la frase: “mis representaciones se suceden; pero esto solo quiere decir que nosotros tenemos conciencia de ellas como una sucesión”, la cuestión sería entonces ¿puede tenerse conciencia de una sucesión, sin que a su vez esta toma de conciencia sea una sucesión? Porque el eternalista podría decir: en el transcurso de un evento estático pero eterno el cerebro recibe la alucinación entera de su vida sin llegar a moverse. Pero entonces la cuestión es ¿Quién o qué proceso inyecta en el cerebro la alucinación de una vida en movimiento mientras la realidad es inmóvil?”
Atendiendo a esta frase: “Sólo mi conciencia, subiendo por la línea de mi vida, hace que una sección de este mundo torne a la vida como una imagen fugaz en el espacio que cambia continuamente en el tiempo.” Cabe esta opción: ¿Qué recorre la colección de eventos congelados de principio a fin de una vida y vuelve a empezar dándoles vida? Y esa es la base de nuestra alucinación del presente, ¿una conciencia viajera no material? (“Abstracción hecha de la dificultad de que la migración trascendental de una conciencia a lo largo del espacio-tiempo estático necesitaría ella misma un cierto tiempo, y por lo tanto tendría que ser introducido de nuevo, al menos, un tiempo “psíquico” del mundo” Hedwig Conrad-Martius, El Tiempo).
En este marco la duración de los eventos “congelados” tiene su importancia, la cuestión es engañosa, porque los eventos son, no transcurren, deben ser eternos todos ellos. Pero dado que la conciencia los recorre para darles vida debe estar un tiempo en cada uno de ellos, de lo contrario, no pasaría del primero. Esta duración posibilita la  ilusión presentista del presente. Podríamos decir que el presentismo es el fenómeno de un eternalismo que sería el noúmeno (el eternalismo, al mantener una postura tan antiintuitiva tiene que amoldar esa visión del mundo con el “fenomenismo presentista” para reinterpretarlo explicando que produce ese fenómeno, pero sin poder destruirlo del todo).
En el primer caso el eternalismo se niega a si mismo pues esa estimulación continua que recibe el cerebro congelado no puede a su vez estar congelada como pretenden los eternalistas sin caer en contradicción. En el segundo caso el eternalismo se convierte en una rama del idealismo vía el espiritualismo de la conciencia viajera no material.
A esta cuestión la llamare “el problema fundamental del eternalismo” PFE. Y la primera consecuencia que tiene es que hace inviable que este modelo de eternalismo pueda considerarse como un tipo de materialismo.



En su respuesta a mi primer artículo donde criticaba el eternalismo Gustavo realiza una serie de afirmaciones que voy a comentar:

Asimetría.
“El mundo 4 dimensional es asimétrico, lo que quiere decir que es perfectamente compatible con la evolución biológica y cosmológica. Un universo sin evolución sería auto-similar (perfectamente homogéneo e isotrópico) en todas sus dimensiones”
“El mundo en 4 dimensiones no puede cambiar en principio: todos los cambios (eventos) están ya contenidos en él. Lo que si tiene el mundo son asimetrías sobre la dimensión temporal.”
Gustavo parece quedarse satisfecho al considerar que su eternalismo es “compatible” con la evolución, sin embargo el presentismo es evolución.
Cuando utiliza las palabras “variación” “evolucionando” “asimetría” cabe preguntar ¿hay algo autónomo que varía y evoluciona? NO, dado que Gustavo dice: “El devenir no es una propiedad de los eventos físicos” “Los eventos no pasan, sólo son” Por lo tanto no hay variación ni evolución reales, solo hay una conciencia (PFE) que visualiza las viñetas congeladas de un comic y les da movimiento. Y la asimetría es tal porque en una viñeta se ve un disparo y en la siguiente cae un cuerpo, ambas estáticas  por sí, pero dinámicas para la conciencia que las lee. Por lo tanto toda la cuestión nos vuelve a remitir al PFE.
El recurso de la asimetría sirve para reintroducir el supuestamente destruido presente, que de por si lleva incorporada la asimetría “pasado, presente, futuro” también lo hace cuando dice en Sobre la ontología del espacio-tiempo:
“Los eventos están (parcialmente) ordenados por las relaciones de precedencia. Las relaciones (antes de-; después de-; simultáneo con-) entre los eventos, no cambian, ya que son en sí mismas relaciones temporales, y no existe más que una sola dimensión temporal”.
Ahora ya no se menciona “el observador” como cuando en su respuesta a mi artículo dice “hay eventos que son pasados para ciertos observadores, y que esos mismos eventos son futuros para otros observadores”. Ahora las relaciones entre eventos no cambian porque hay una sola dimensión temporal. No sé si esto está relacionado con lo que dice R. Penrose en La nueva mente del emperador pág. 550: “Lo que hace que el tiempo “fluya realmente” es la asimetría entre el número de dimensiones espaciales (3) y temporales (1).”
Me pregunto ¿Cómo se sabe que esta asimetría no es una ilusión producida en nuestro cerebro? ¿Por qué el presente es una ilusión y la asimetría no?

Simultaneidad.
“la existencia de 4 dimensiones y un campo métrico implican un ordenamiento parcial de los eventos, y no su simultaneidad”
De los argumentos de Gustavo:
“Todo los momentos (y por lo tanto también eventos) pasados presentes y futuros existen de la misma forma” Sobre la ontología del espacio-tiempo.
De la cita de  Weyl (1949): “El mundo objetivo simplemente es, no transcurre “
De Elogio de Parménides. Una modesta visión de la eternidad. “El espacio-tiempo cuadridimensional, matemáticamente representado por la variedad, es inmutable, eterno, inmóvil, único, así como el universo de Parménides.”
Implican la simultaneidad de los eventos, lo contrario es una incoherencia lógica.

Repetición.
 “Nada más alejado del mundo cuadridimensional. Nada se repite en este, no es un mundo cíclico. Cada evento es único y está ligado a los demás por leyes físicas. Es un mundo sin magia. Es el mundo que la ciencia va descubriendo.”
Analicemos esta afirmación a la luz de los dos supuestos que conforman el PFE. Si nada se repite ¿quiere esto decir que la estimulación al cerebro se da solo una vez? o ¿el recorrido de la conciencia viajera es único? Si imaginamos cada uno de estos procesos como “un evento” y estos se dan solo una vez, ya tendríamos un evento que no sería eterno, pues estos eventos solo pueden ser eternos si son cíclicos, si se repiten, pues son sucesiones. Si no se repiten están en el mismo plano que la existencia presentista que es única. Conclusión: o hay repeticiones o hay eventos no eternos.

Todo.
“El mundo 4 dimensional no es temporal, el tiempo es una de sus dimensiones, y cuando se lo considera como un todo, no tiene sentido atribuirle propiedades temporales, en particular, decir que es “presente”.”
Uno estaría tentado de completar esta reflexión así:
 “el mundo 4 dimensional no es espacial, el espacio es una de sus dimensiones, y cuando se lo considera como un todo, no tiene sentido atribuirle propiedades espaciales”
Pero en realidad no se puede hacer, aunque solo sea porque dice en Presentismo y 4-dimensionalismo: una respuesta a Fermín Huerta Martín: “Pues bien, en mi visión el mundo podría ser perfectamente finito o infinito, pero el tiempo es sólo una de las dimensiones sobre las que se EXTIENDE, no algo que “pasa”.” Es decir el mundo no es temporal pero si espacial (“Cuando Einstein capturó el tiempo en la Relatividad Especial, de nuevo lo transformo en espacio” P. Yourgrau, Un mundo sin tiempo, pág. 34). Sin embargo esta apelación al mundo como un todo hay que matizarla, yo soy de los que consideran que una entidad infinita puede ser un todo (en contra del criterio mantenido por ejemplo por Gustavo Bueno), como en este caso el mundo, pero es un todo peculiar, un todo que no tiene ni entorno ni contorno, solo tiene dintorno. Es, todo el, interioridad, por eso cuando se lo quiere tratar como algo aislable puede llevarnos a situaciones comprometidas. El mundo como todo no es algo diferente de su composición y de hecho Gustavo cumple con ello al decir “se extiende” pero porque previamente a aceptado la transformación de tiempo en espacio. Pero igual que el espacio está todo el dado simultáneamente, el tiempo einsteniano espacializado también debe estar todo el dado simultáneamente. De lo contrario los viajes en el tiempo no serían posibles. Si Gustavo cree (tal como expone en Tiempo y filosofía) que hace 40 años recibió la visita de sí mismo de dentro de 20, es porque ambos “egos” coexistían simultáneamente, compartían el mismo presente, de lo contrario nunca se hubieran podido encontrar.

Ego.
El ego solo tiene sentido en el presentismo (como unidad) porque en el eternalismo deja de ser una unidad y se convierte en una multiplicidad perdiendo así su sentido. Se convierte en una multiplicidad ya sea convirtiéndose en parte de algo, dice Gustavo en Tiempo y filosofía: “El niño que fui es una parte temporal de un objeto más extenso, que soy yo. El niño es diferente de quien escribe hoy, pero aun así se trata de la misma persona, porque ambos son sólo partes de algo más vasto”
Ya sea multiplicándose (“¿O es que hay tantos “yoes” como momentos en el tiempo?” Palle Yourgrau. Un mundo sin tiempo.)
 Un ego no puede estar frente a si mismo (a no ser que este frente a un espejo), el eternalismo con sus viajes en el tiempo posibilita la multiplicidad del ego. Un viajero en el tiempo podría regresar a todas las fechas de sus cumpleaños e ir juntando en su nave todos sus yos de diferentes edades y después jugar un partido de futbol todos sus yos juntos.



Termino con un texto que refleja el estado de ánimo que produce el eternalismo incluido en el libro de H. Conrad-Martius:
“Sin un transcurso temporal verdaderamente real, el mundo estaría, por decirlo así, muerto (…) Sin él, el mundo se congelaría en un puro museo. En un museo que además sería “eterno”, puesto que sería atemporal. Una prisión más temible que el mundo temporalmente infinito es el mundo estático atemporal. Pues donde no hay ningún movimiento real del tiempo, sino que todo está fijado de una vez por todas, no se puede ni “intentar” salir, excepto con la “conciencia”, un mediocre sucedáneo.”

Otros artículos míos sobre el tiempo:
Tiempo en Bunge
Tiempo y devenir en el materialismo filosófico
Tiempo para el presentismo filosófico
¿Qué es el ego para el eternalismo?
Henri Bergson y el eternalismo