miércoles, 26 de febrero de 2020

DÉCIMO ANIVERSARIO DEL BLOG






















DECIMO ANIVERSARIO DEL BLOG

Fermín Huerta Martín

El próximo día 12 de marzo del presente 2020 se cumplen 10 años de la puesta en marcha de este mi querido blog. En este tiempo he publicado 67 artículos, tres de  ellos de otros autores. Para mí ha sido un estímulo adicional para escribir.
Debajo del nombre del blog aparece el rotulo: “Blog filosófico hecho por un aficionado desde una posición materialista”. Naturalmente el carácter filosófico del blog se ha mantenido y el materialismo ha tomado como principales autores a mis tres filósofos favoritos Bergson, Bueno y Bunge, del primero he publicado 5 artículos (1 compartido con Bueno), de Bueno he publicado 13 textos (1 compartido con Bergson y otro con Bunge) y de Bunge he publicado 13 artículos (1 compartido con Bueno), se puede decir que son el núcleo de mis intereses filosóficos actuales. Habrá quien piense que Bergson no casa mucho con los otros dos autores declaradamente materialistas, sin embargo yo hago una interpretación materialista de la obra de Bergson como puede leerse en Esbozos de Gustavo Bueno en Henri Bergson, me explico, una de las diferencias fundamentales entre Bueno y Bunge se da en el tema de la mente (del yo, del ego) Bunge es emergentista, para él la mente surge de las funciones de la materia cerebral, para Bueno el ego surge como interrelación de tres géneros de materialidad, no voy a entrar en detalles, pero básicamente viene a decir que no es una emergencia del primer género de materialidad tal como postula Bunge, durante mucho tiempo fui partidario de la tesis de Bunge frente a la de Bueno, en el verano de 2017 leí el libro de Bergson Materia y memoria, es curioso que fue a través de la lectura de este libro cuando comprendí verdaderamente la posición de Bueno en el tema y cuando me replantee la posibilidad de veracidad de esa postura. Volví a leer y releer libros de neurología y creo que la neurociencia  no encuentra ni el yo ni la memoria dentro de la cabeza, la relación (actualmente) entre lo que encuentra la neurociencia dentro del cerebro y lo que postula que representa no deja de ser un salto de fe, consecuentemente era intelectualmente admisible plantearse la postura Bueno/Bergson sin salir de una posición materialista, pues en ningún caso hablamos de almas ni espíritus sino de una forma de materialidad diferente, leo en un artículo reciente:
“De existir realmente, el hexaquark podría explicar el misterio de la materia oscura, esa "otra clase" de materia que no emite absolutamente ningún tipo de radiación y que, por lo tanto, resulta indetectable incluso para los instrumentos más sofisticados. Y por si esto fuera poco, los físicos han descubierto, además, que si el hexaquark tuviera una masa en particular, la partícula podría ser inmortal, y vivir para siempre.” ABC, 05/02/2020
Supongo que si la ciencia puede hablar de otra clase de materia, desde la filosofía también podemos hacerlo.
En realidad mi posición en este tema es un poco más compleja (se encuentra en una superposición de estados, siguiendo el símil de la mecánica cuántica) pues  filosóficamente me parece que ambas posturas son posibles, no renuncio totalmente al planteamiento de Bunge, debemos esperar a futuros descubrimientos científicos que nos sigan iluminando sobre el tema y marcando nuestras posturas filosóficas.
Desde un punto de vista exclusivamente filosófico, yendo a lo ontológico, no puedo descartar la posición de Bunge, porque los datos que nos faltan para esclarecer la mente pueden aparecer de funciones o propiedades de la materia cerebral sin necesidad de recurrir a otras materialidades, funciones que pueden tener relación con efectos cercanos al ámbito de la mecánica cuántica, aunque quizás esto sea necesario para ambas explicaciones, esto lo podemos ejemplarizar con las posturas de Penrose y Eccles, para el primero la mecánica cuántica ayudaría a formar la mente en el sentido de Bunge y para el segundo podría hacerlo en el sentido de Bueno (aunque es curioso que Eccles sitúa la mente “fuera” del cerebro pero la memoria no).
Hace poco caí en la cuenta de que el año pasado (2019) no publiqué nada en el blog, hay una explicación  para este suceso. El 30 de noviembre de 2018 la empresa en la que trabajé durante 35 años cerró las puertas y por primera vez en mi vida me encontré en el paro y con 56 años. El 25 de enero de 2019 me escribe Heriberto Janosch:
“Te comento que te escribirá Antonio Martino. Está haciendo un libro por los 100 años de Bunge, y le dije que tú podrías hacer un capítulo historiando la bibliografía de Bunge. Si te interesa, podría ser algo así como sus principales trabajos y un resumen de poquitos renglones sobre el contenido de cada trabajo...”
El mismo día me escribe el profesor Antonio A. Martino:
“Estimado Fermín Huerta: estoy compilando un libro de homenaje a  los 100 años de Mario A Bunge.  Le hago llegar un bosquejo de la obra.  Si Ud. Pudiera contribuir con una reseña histórica de las publicaciones de Mario le estaría eternamente agradecido.  Los tiempos son breves pues tenemos que entregar todo el 15 de marzo.  En la espera de una respuesta positiva para enviarle las directivas de Eudeba, donde publicaremos le hago llegar mis mejores saludos.”
Yo le contesto: “Sería un honor participar en el proyecto aunque no sé si estaré a la altura del resto de participantes. Estoy dispuesto a escribir un texto y remitírselo a usted para que valore si merece la pena publicarlo. Solo necesitaría conocer la extensión requerida del texto.”
El me responde: “Caro Fermín Huerta: ¡muchas gracias por su aceptación!  Frente a Mario Augusto somos todos principiantes, y por lo tanto hermanados.  Estoy seguro que hará una magnífica presentación y como prueba le digo que no hay límite de extensión, lo dejo a su criterio.”
Después de mandarle mi artículo, el 23 de febrero me comenta: “me han dicho que Ud. Posee una bibliografía de Mario excepcional. ¿Podría mandármela para agregarla en el final del libro?”
Me pongo a “limpiar”  mi biblio sobre Bunge publicada en mi blog y le mando la versión definitiva el día 12 de marzo. Finalmente adjunto también una nota a la bibliografía que explica un poco su génesis.
El contenido final del libro es el siguiente:
1. Antonio A. Martino, Proemio. 9
2. Mario Augusto Bunge, Fest Argentina. 25
3. Pablo Jacovkis, Bunge, el científico humanista joven. 27
4. Miguel Ángel Quintanilla, Piezas para una filosofía ciudadana. 39
5. Rodolfo Gaeta, Mario Bunge y el positivismo. 49
6. Heriberto Janosch González, Mario Bunge y la criminología. 89
7. Gustavo E. Romero, El último ilustrado. Entrevista. 107
8. José Luis Pardos, El Profesor, Maestro y eterno amigo, Mario Bunge. 121
9. Guillermo Denegri, Mario A. Bunge y Miguel E. Jörg: encuentro de dos gigantes intelectuales en la ciudad de Mar del Plata, Argentina. 129
10. Luis Marone, El problema de indagación en ciencia, tecnología y profesión: ideas para reflexionar sobre política científica. 135
11. Íñigo Ongay, Mente y materia: una revisión de la filosofía de la mente de Mario Bunge. 147
12. Fermín Huerta Martin, Mario Bunge: la bibliografía como signo vital. 155
13. Javier López de Casenave, Mario Bunge en la “Facultad de Ciencias” en el siglo XXI: una breve crónica del Seminario de Filosofía de la Ciencia. 165
14. Carles Muntaner, El hexágono para cambiar el mundo: materialismo, sistemismo, racioempirismo, realismo, tecnociencia y humanismo. 187
15. Antonio A. Martino. La filosofía política de Mario Bunge. 191
16. Fermín Huerta Martín, Notas a la bibliografía de Mario Bunge. 211
17. Fermín Huerta Martín, Bibliografía de Mario Bunge (1939-2018). 215
18. Sobre los autores. 277
Esto me tuvo ocupado unos dos meses a razón de 6 horas diarias. Para mí ha sido  una de las mayores satisfacciones de mi vida la publicación de mis textos en un libro en papel y junto a Bunge, finalmente titulado El último ilustrado Homenaje al centenario del nacimiento de Mario A. Bunge, con una edición de 500 ejemplares.
El 31 de mayo de 2019 vuelvo a encontrar trabajo, fueron 6 meses de paro pero muy productivos intelectualmente.  La verdad es que me había mentalizado por si no volvía a encontrar trabajo remunerado nunca más, influenciado por las noticias referentes a las dificultades para los mayores de 55 años de volver a trabajar. Monetariamente hubiese sido un desastre pero intelectualmente suponía disponer de tiempo de sobra para leer y escribir.
Sirva esto de explicación para el año en blanco sin publicar nada en el blog. Para compensarlo estoy enfrascado en mi artículo más ambicioso que espero terminar este año.
He tenido cerca de 95000 visitas, de las cuales 10000 van para la Bibliografía de Mario Bunge, que se convierte así en mi artículo estrella en cuanto a visitas, seguido de Criticas de Gustavo Bueno a la causalidad en Mario Bunge con algo más de 2200  y de Tiempo y devenir en el Materialismo Filosófico  con algo más de 1300.
La bibliografía de Bunge se convierte así en el trabajo burocrático más extenso de mi vida, le he dedicado más tiempo que ningún otro escrito. Se ha convertido en una especie de obligación moral mantenerlo actualizado. Ayer mismo lo actualice previamente a conocer la noticia de la muerte de Mario Bunge (24 de febrero de 2020). Su publicación en papel es para mí un sueño cumplido muy inesperado, aunque sea en un libro de 500 ejemplares de tirada. Es una edición que  “limpia” la versión de mi blog y que tiene el defecto de no poder corregirse ya. Pero puede ser útil para quien compre el libro para consultar la vasta selva de publicaciones que conforman su obra. Un sueño, un orgullo y un honor haberla publicado en papel.
Un efecto colateral de la publicación de artículos en el blog es el capítulo de comentarios que los lectores dejan en las entradas. Por una parte es una gran satisfacción que alguien lea algo tuyo y que le interese hasta el punto de reaccionar y querer comentarlo interactuando con el autor, a veces esta interacción ha dado paso a largas replicas y contrarréplicas, me viene a la memoria la discusión con Quique Ruiz en mi entrada Niebla en la niebla.
Aparte de los tres textos publicados en el libro El último ilustrado tengo 11 artículos sin publicar en el blog escritos entre 1988 y 2001. No sé si en el futuro me planteare publicarlos, tendría que releerlos y algunos pasarlos a ordenador, en general muestran posiciones intelectuales ya superadas y seguramente no estoy de acuerdo con alguna de las cosas que decía en aquellas épocas. Son sin embargo (al igual que los publicados) pruebas escritas de mi evolución intelectual y en ese sentido los podría publicar comentando después en que cosas no asumo ya lo allí dicho. Ahora mismo no me lo planteo, trabajo en tres artículos y leo varios libros, no tendría tiempo para dedicar a esos viejos escritos, quizás en el futuro.
Otro efecto colateral de escribir en el blog es descubrir que otros sitios web enlazan cosas tuyas, he tenido varias experiencias pero resalto en especial el enlace de filosofía.mx de mi texto La ontología materialista de Mario Bunge y una que me hizo mucha ilusión llamada Apuntes del profesor de filosofía que enlaza uno de mis artículos.
En agosto cumplo 58 años y sigo teniendo ideas en la cabeza, ideas de aficionado a la filosofía, ideas que este blog me permite hacer públicas y exponer a las críticas o a las burlas. Ideas que me hacen sentir vivo, sentir que evoluciono intelectualmente y que me proporcionan una moderada dosis de satisfacción frente a la cruda realidad social que vivimos. Espero poder celebrar 20 años del blog.
Gracias a todos mis lectores.


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