BREVE ENCUENTRO CON MARIO BUNGE
Es curioso que la causa de haber podido ver al autor de La Causalidad sea la casualidad. La casualidad de que el miércoles día 8 de noviembre de 2006 mi mujer quisiera consultar una cosa en Internet, sino probablemente me hubiera conectado el sábado por la tarde y ya todo hubiera sido demasiado tarde. La cuestión es que ese miércoles encontré en la página del GRUPOBUNGE un mensaje de Fernando G. Toledo con un enlace a una página donde encontré la noticia de la visita de Mario Bunge, no quiero dejar pasar la oportunidad de recomendar visitar la página de Fernando con la dirección http://razonatea.blogspot.com/ sencillamente por que es fenomenal.
La visita de Bunge se enmarcaba en las Jornadas El progreso científico y sus amenazas, cuyo símbolo era un rinoceronte, que venia a representar a la ciencia, el rinoceronte tiene un cuerno poderoso, que en la ciencia es La Razón, y un cuerpo grande y fuerte que sería el conocimiento científico, pero al igual que el rinoceronte, sino se le cuida estaría en peligro de extinción. Las jornadas estaban organizadas entre otros por Alternativa Racional a las Pseudociencias-Sociedad para el Avance del Pensamiento Crítico. Nunca se les agradecerá bastante a los miembros de este grupo la labor que vienen realizando desde hace tantos años. Tuvieron el acierto de nombrar a los dos más grandes, Mario Bunge y Gustavo Bueno, socios de honor. Bunge fue el primero, así lo comunicaba el Boletín nº 6 de su revista La Alternativa Racional en julio de 1987:
“Nos place poder comunicar que la Junta Directiva tomó el pasado 28 de febrero la decisión de nombrar al profesor Mario Bunge Socio de Honor de la asociación Alternativa Racional a las Pseudociencias en atención a sus relevantes méritos científicos, de investigación y culturales, y por su especial apoyo a esta asociación.”
Las jornadas se inauguraban el viernes 10 de noviembre y Bunge daba la conferencia inaugural con el tema El enfoque escéptico de la política (cuyo texto se encuentra en la página del GRUPOBUNGE). Desgraciadamente no pude asistir. Por fortuna el sábado Bunge intervenía en la mesa redonda Derecho al progreso científico, con la ponencia Pseudociencias sociales, a la que si pude asistir.
Las jornadas se celebraban en un pequeña sala de actos muy acogedora, con una capacidad que calculo sería de unas 150 personas, no asistíamos mas de 50 en la sala, esto puede deberse a varias causas, entre ellas la de que había que preinscribirse y pagar, pero para mi la principal causa de la poca asistencia es que desgraciadamente la ciencia, la filosofía y el escepticismo son todavía temas minoritarios entre la población.
Mientras intervenía el último ponente de la primera mesa redonda, el señor Félix Ares de Blas, a las once y media, Bunge entro en la sala. Tenía el mismo aspecto que en las decenas de fotos suyas que se pueden encontrar por Internet, resaltaba su pelo blanco infinitamente bien peinado, sus gafas, camisa azul, corbata con franjas azul y grana, chaqueta y pantalón gris, el semblante serio como se le suele ver en esas mismas fotos, entró acompañado y se sentó en la primera fila. Lo de la seriedad me preocupaba un poco, primero porque contrastaba con el sentido del humor que demuestra en muchos de sus escritos (define erudito en su Diccionario: quien presenta la oscuridad como si fuera profundidad, cita perogrulladas en una lengua muerta y cita a pie de página las ideas originales de otras personas) y segundo porque tenía la intención de pedirle un autógrafo (aparte de por la admiración que siento por el después de llevar 17 años leyéndole con pasión, para intentar resolver un pequeño misterio que me perseguía desde hace tiempo y que luego explicaré), y claro, no sabía como reaccionaria ante mi demanda. La cuestión es que ocurrió algo que me dio buenas esperanzas, en un momento de su intervención el señor Arex de Blas contó una serie de anécdotas muy divertidas y Bunge comenzó a reír con total desinhibición, reía como un niño, se le veía feliz, aunque yo estaba casi al final de la sala lo aprecie perfectamente, me sorprendió agradablemente, después de ver tanta foto seria, que riera de esa manera. Cuando concluyó el último ponente, en el turno de preguntas Bunge intervino poniéndose de pie, micrófono en mano, para resaltar la importancia de conocer el método científico y no solo sus resultados. Habló con energía y seguridad.
Concluida la primera mesa redonda había una pausa para tomar café, todos los asistentes salimos de la sala al pasillo colindante. Tome un vaso de zumo y me dispuse a acercarme a Bunge, estaba hablando con un señor cerca de la puerta de entrada de la sala, abrí la carpeta que nos habían entregado al acreditarnos en la secretaría para acceder al acto. Entre otras cosas había las fotocopias del prefacio de A la caza de la realidad: la controversia sobre el realismo, uno de sus últimos libros, traducido al castellano, cogí las fotocopias las puse sobre la carpeta, cogí el bolígrafo que también nos habían dado y sin mas dudas me plante delante de el, cuando me miro le ofrecí el bolígrafo y le pregunte:” ¿me lo firma?” , el dio medio paso hacia mi, cogió el bolígrafo y al ver el texto, comentó a la persona con la que hablaba de que se trataba, volvió a mirar al texto y firmó, yo, nervioso y medio tartamudeando, le dije: “No se si conoce una página en Internet que hemos hecho en su honor, donde pueden encontrarse textos suyos…”, el me miro durante un segundo y contesto: “no frecuento…”. Me devolvió todo, giro un poco y siguió hablando, me retire dos pasos hacia atrás.
En realidad el “hemos” de mi frase sobraba, todo el merito de la página GRUPOBUNGE es de Federico Langer, creador de la misma.
A pesar de la brevedad del encuentro estaba feliz como un tonto, seguramente yo era el mas tonto de cuantos se encontraban en aquella reunión, no se si también el mas feliz.
Durante unos segundos nuestras “funciones de estado” estuvieron en contacto, me hubiera gustado hacerle tantas preguntas, ¿para cuando el Treatise en español?, una de las cuestiones que aparece recurrentemente en estas páginas, por no citar preguntas filosóficas sobre el criterio de verdad, sobre la emergencia, etc. Al cabo de unos segundos Bunge volvió a entrar en la sala de actos y su acompañante se acerco a mi preguntándome la dirección de nuestra página web, después se presentó, me dijo que era Alfons Barceló catedrático de teoría económica en la Universidad de Barcelona, dijo ser un antiguo amigo de Bunge en España, yo le hablé un poco de nuestra página y le comenté que había hecho una bibliografía de Bunge que impresa ocupaba 30 folios, el me dijo que sabia de lo extenso de su obra porque poseía el 80% de la misma. Pensamientos de admiración y envidia recorrieron mi cerebro. Bunge volvió a salir del salón de actos otra vez y el Sr. Barceló marchó en su búsqueda.
Al rato se reanudaron los actos con la segunda mesa redonda, Bunge fue presentado por Alfonso López Borgoñoz. Al comenzar Bunge dijo que hablaría de dogmatismo en teoría económica, habló de la teoría de la elección racional en la línea de lo mencionado en libros suyos como Emergencia y convergencia, Las ciencias sociales en discusión o Buscar la filosofía en las ciencias sociales. Criticó a Richard Dawkins. Hizo comentarios curiosos como cuando se atrancaba un poco en su exposición y comentó: “Estoy traduciendo del ingles, por eso a veces me atranco, la información tiene que pasar de una parte del cerebro a otra (señalándose la cabeza con la mano)”.
El acto fue grabado íntegramente si no me equivoco y supongo que terminará en la red, para que todos puedan disfrutar de su intervención. También le hicieron muchas fotos.
Conseguir su firma me sirvió para resolver un pequeño misterio, en 1999 compré en Barcelona en la Feria del libro antiguo y de ocasión el volumen 4 del Treatise on basic philosophy, si no recuerdo mal a un precio irrisorio, unos 3 euros, precio ridículo si se le compara con los precios actuales de venta por Internet, en el libro venía una dedicatoria, ponía: “A Manuel, afectuosamente.” Y una firma ilegible, una página después habían escrito: M. Sadosky. No tenia forma de saber si el libro era un regalo de una tercera persona al Sr. Sadosky o del propio Bunge, o si ese Manuel Sadosky era el científico argentino. Con la firma de Bunge en la mano pude comprobar que efectivamente, era la dedicatoria de Bunge dirigida a su mentor de la primera juventud o a alguien de igual nombre. No logro imaginar los avatares que había tenido que pasar aquel libro hasta terminar en mis manos.
A las dos y media de la tarde todo había terminado, cogí un tren de regreso a casa, en el trayecto, un joven músico con un viejo acordeón de teclas amarillentas, desgastadas y algunas rotas, tocaba alegremente las notas de un triste tango.
INFORMACION
Otros artículos míos relacionados con Mario Bunge:
BIBLIOGRAFIA DE MARIO BUNGE
http://ferminhuerta.blogspot.com/2010/03/bibliografia-de-mario-bunge.html
BREVE ENCUENTRO CON MARIO BUNGE
ttp://ferminhuerta.blogspot.com/2010/04/breve-encuentro-con-mario-bunge.html
EN BUSCA DE LA ONTOLOGIA PERDIDA
http://ferminhuerta.blogspot.com/2011/11/en-busca-de-la-ontologia-perdida.html
CRITICAS DE GUSTAVO BUENO A LA CAUSALIDAD EN MARIO BUNGE
http://ferminhuerta.blogspot.com/2011/12/criticas-de-gustavo-bueno-la-causalidad.html
LA ONTOLOGIA MATERIALISTA DE MARIO BUNGE
http://ferminhuerta.blogspot.com/2012/01/la-ontologia-materialista-de-mario.html
Este es el cuarto artículo que publiqué, fue en la página del GRUPOBUNGE en 2006 y fue con motivo de una visita que Mario Bunge realizó a España, además de ser la primera vez que lo veía “en directo en carne y hueso”.
ResponderEliminarObrigado pela crónica e roteiro anexo.
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