Blog filosófico hecho por un aficionado desde una posición materialista. Correo electrónico: nartub@gmail.com
lunes, 28 de febrero de 2011
EL FRAUDE ASTROLOGICO
EL FRAUDE ASTROLOGICO
Fermín Huerta Martín
(Escrito en 1990)
PROLOGO
LA IMPORTANCIA DE LA ASTROLOGIA ACTUALMENTE
A finales del siglo XX, es indudable que la difusión y popularidad de la astrología son bastante grandes, se editan libros, revistas, es difícil encontrar un periódico o semanario que no incluya una sección de horóscopo, se entrevista a astrólogos por radio y televisión, se encuentran anuncios para realizar cartas astrales en las secciones de anuncios clasificados de muchas publicaciones. Y cabe preguntarse: ¿Qué hay de cierto en todo esto?, ¿puede tomarse en serio la astrología?, ¿es una ciencia?. Intentaremos contestar a estas preguntas en el presente trabajo.
1.La importancia de la astrología en la actualidad se termina de evidenciar en una reciente encuesta publicada en el periódico La Vanguardia de fecha 31 de marzo de 1990, en ella se puede leer:
Uno de cada tres españoles cree que el futuro puede adivinarse. A destacar que entre los jóvenes este porcentaje sube al 50%. Y además también el 50% de los españoles lee regularmente su horóscopo en periódicos y revistas.
No sabemos si los horóscopos se publican porque los lee la gente o los lee la gente porque se publican.
Además el 28% de los encuestados creen que los astrólogos aciertan, le sigue el horóscopo con el 25%.
2.Noticia del mismo periódico del día 18 de marzo de 1990.
Empresas de Estados Unidos de cazatalentos seleccionan el personal para un determinado puesto por el signo del zodiaco. Publipost esta desarrollando un proyecto por el que se utilizará la “ciencia” de la astrología para optimizar los recursos de los ficheros con los que cuenta la empresa.
Noticia leída en LAR nº 15 (1): En una publicación del grupo francés Alcatel se recomendaba a las empresas que eligieran a los ejecutivos de acuerdo con su carta astral.
Noticia de La Vanguardia del día 25 de noviembre de 1989: Se estudiaba por parte de un grupo de astrólogos la posibilidad de abrir la primera empresa de España para consulting astrológico. Al parecer en Estados Unidos y Europa importantes empresas y hombres de negocio, consultan a los astrólogos.
3.Al finalizar su segundo mandato como presidente de Estados Unidos, el ex-jefe de gabinete de Ronald Reagan, Donad T. Regan publicó en un libro, que el matrimonio Reagan creía profundamente en la astrología, leen todas las mañanas el horóscopo, y tienen un equipo de pitonisas, al que siempre consultan antes de tomar las grandes decisiones, ya sean de estado o relativas a su vida personal.
4.Baste esta exposición de noticias para convencernos de que por lo menos merece la pena profundizar en la astrología para averiguar que hay de verdadero en sus pretensiones.
Empecemos por conocer estas y algo de su historia.
PRETENSIONES ASTROLOGICAS
No es tarea nuestra devolver a la Astrología el prestigio que antes tuvo… hay astrólogos auténticos, sólo es cuestión de buscar con paciencia entre tanto sucedáneo que parasita en nuestra sociedad… si los principios de la Astrología han sido utilizados con conocimiento, lo anunciado se cumple…
Fernando Jiménez del Oso (2)
Historia (3)
Las tablillas caldeas de arcilla en las que se relacionan los aspectos más antiguos relativos a la astrología, datan del periodo de Sargón I, el fundador del reino semita a Akkad, hacia el año 2600 a. C. Además, en toda la historia del Próximo Oriente, sobre todo en Babilonia y Asiria, se atribuía asimismo un papel importante a la astrología, en las predicciones.
Contemporáneamente también se practicaba la astrología en China así como en Egipto, pero aquí era un arte que se empleaba principalmente en predicciones de orden político. La práctica de la astrología siempre estuvo en la Antigüedad en manos de los sacerdotes y era considerada una ciencia oculta.
Tan solo en el siglo V a. C. comenzaron los griegos, basándose en la astrología babilónica, a relacionar el destino personal de los seres humanos con los astros. En cuanto a la relación entre los planetas, el Sol y la Luna, con los minerales y las plantas, posiblemente data del siglo II a. C.
Claudio Ptolomeo, que vivió durante el reinado del emperador Antonio Pío (86-161 de nuestra era) en Alejandría y estableció con su obra Almagesto el sistema geocéntrico del universo, redactó posteriormente otra obra, el Tetrabiblos, donde codificó los conocimientos astrológicos de la época.
Durante el Imperio Romano la astrología fue aceptada, mas casi siempre por los esclavos y las clases bajas. Augusto, Domiciano y Adriano expulsaron la astrología de Roma, pero durante todo el Imperio este arte continuó siendo para muchos la forma preferida de predicción.
No se sabe con certeza si a la caída del Imperio Romano se practicaba la astrología en los diversos países europeos, pero sí existe la seguridad de que reaparece en los siglos XI y XII muy relacionada con la expansión del Islam. Entre 850 y 1100, los árabes relacionaban la medicina y la alquimia con la astrología, que llegó en gran parte a través de la península Ibérica. También ejerció influencia sobre la escuela médica de Salerno, y desde allí pasó a toda la península Itálica y Europa en el siglo XIII. El emperador Federico II poseía ya sus astrólogos de corte, lo mismo que Ezzelino da Romano (el yerno del anterior), entre los cuales se contaban los famosos Guido Bonatto y Pablo de Bagdad. Este último príncipe, Ezzelino, hacia calcular siempre, por sus astrólogos, el momento más favorable para iniciar sus campañas militares. Buena parte de las atrocidades que cometió fueron consecuencias de esos consejos.
Durante los siglos XIV y XV no había príncipe o personaje importante que no tuviera a su servicio uno o varios astrólogos. Incluso algunos papas consultaban a los entendidos en astrología, si bien los padres de la Iglesia, y en especial San Agustín, la combatían. Según se dice, el papa Julio II hizo que los astrólogos establecieran el día propicio para su coronación y el del sometimiento de Bolonia a los Estados Pontificios.
El papa Pablo III no celebraba un consultorio sin que los astrólogos hubiesen determinado el momento mas favorable para hacerlo. Hacia el siglo XVI había muchos más astrólogos en Italia que en el resto de Europa. Antes ya del invento de la imprenta, los escritos sobre astrología habían alcanzado gran difusión en la península italiana. Por otra parte, eran numerosos los astrólogos que hacían de ese arte un auxiliar de la magia.
En Europa occidental, y especialmente en Francia, la astrología alcanzó su apogeo en el siglo XVI, en que, como hemos dicho, todo príncipe tenía a su servicio un astrólogo, por lo menos. Conocidos fueron los dos astrólogos de Catalina de Médicis, esposa del rey Enrique II de Francia. Estos eran Cosme Ruggieri y Orgier Ferrier. Ana de Austria, esposa de Luis XIII, tenía como astrólogo a Morin de Villefranche.
De aquella época datan asimismo las predicciones astrológicas de Nostradamus, que en 1555 editó en Lyon un libro que llamó Centuries, y contenía profecías.
El desarrollo de la astronomía a partir del siglo XVI parece haber sido la causa de que la astrología entrase en franca decadencia. Laplace, el famoso astrónomo nacido en 1749 y muerto en 1827, declaró que el verdadero conocimiento del Universo había aniquilado a la astrología.
Actualmente, sin embargo, se editan una cantidad enorme de publicaciones astrológicas, y es raro el periódico o la revista que no incluye en cada número su horóscopo, que millares de personas, leen con toda atención.
LA ASTROLOGIA SEGUN LOS ASTROLOGOS
Es la predicción que se realiza por medio de la observación de los planetas y las estrellas. Los astrólogos la llaman la ciencia de la relación y la concordia, entre lo que ocurre en el firmamento y lo que pasa en la Tierra, especialmente referido a los seres humanos (3).
La astrología es un camino de conocimiento personal y de predicción respecto del porvenir, que se apoya en la influencia de los planetas sobre el comportamiento humano y apela a un código para expresarlo. No pretende ser una ciencia exacta, sino una disciplina llena de fascinación para desvelar los misterios del hombre en su intimidad, en su relación con los demás, en sus afectos. No se trata de un vaticinio determinista y fatal: la astrología moderna es como una llamada de atención sobre ciertos factores básicos, pero no se apoya en la creencia de un destino inmutable, sino en la convicción de que la inteligencia humana puede modificar en su provecho los augurios y obtener la felicidad (4).
La información sellada en cualquier lugar de un holograma, se revela en cualquier otro punto, lo que justifica el principio de sincronicidad del famoso psicólogo alemán C. G. Jung, y los postulados básicos de la astrología, pues las configuraciones planetarias del momento del nacimiento están en correspondencia con los patrones genéticos de las tendencias generales del comportamiento, material emocional y mental.
Y como van las cosas, podemos afirmar que al determinar las tendencias mentales básicas, las configuraciones planetarias natales determinan el holograma de la vida del individuo, que es generado por él mismo. De aquí que, según algunas novísimas versiones del conocimiento astrológico, cambiar la actitud ante el mundo y ante la vida es cambiar el destino.
La Astrología se revela cada vez más como una Ciencia Optimista de la acción.
La Astrología es un cuerpo de conocimiento que si es practicado con amor puede embellecer sobremanera la vida de un individuo en este mundo tan airado y caótico en el que nos encontramos. (5)
La astrología habla de la relación del hombre con la totalidad. Para la astrología el sistema solar es una unidad. Dentro de esta unidad nacemos y tenemos un sentido.
Si tiene hecha su carta astral, puede saber que es usted, cuál es su estructura interna y no pretender tener otro carácter. Si uno está hecho de una forma determinada debe intentar ser uno mismo.
Para la astrología se necesitan nociones de astronomía, de psicología, de simbología, de mitología, de historia. Debes tener una mínima preparación y, desde luego, universitaria. (6)
El Dios de nuestro sistema solar utilizó las esencias contenidas en los doce signos del Zodíaco para construir nuestro mundo. Por ello, porque estamos hechos de la esencia zodiacal, la Astrología puede prever la dinámica de nuestro comportamiento, dados los impulsos activos en un individuo en un momento determinado.
El Zodíaco tiene una existencia metafísica, está formado por esencias invisibles que no tienen materialidad, no se las puede ver. El Zodíaco, así entendido, fue revelado al Hombre por inspiración, como lo fueron las mitologías y las religiones. (7)
Como se puede observar, no es que tengan mucha unanimidad a la hora de definir la astrología, encontramos de todo, influencia planetaria, hologramas y metafísica pura.
Pasemos a conocer el punto de vista astronómico.
PRETENSIONES ASTRONOMICAS
Un astrólogo no posee el privilegio de equivocarse siempre. Voltaire
Las influencias de los objetos celestes en la Tierra.
La cuestión clave al hablar de astrología, es saber de que manera influencian los planetas el comportamiento humano.
Por una parte tenemos el emisor, en este caso un planeta, por ejemplo Marte (simboliza el coraje, el valor, la fuerza, el altruismo, la agresividad), y por otra parte tenemos un receptor, la especie humana (no entro ahora en las causas que han motivado la elección de estos atributos).
Pero nos falta el vehículo que transporte la causa al efecto. ¿Qué fuerza o energía transporta todo eso por el espacio?. Esto nunca lo aclara el astrólogo, como mucho se da una analogía de otras influencias de los cuerpos celestes a los que paso ligera revista:
La posición de la Tierra respecto del Sol provoca las estaciones, pero tenemos el trío completo, Sol-Radiaciones solares-Tierra.
La Luna y el Sol provocan con sus posiciones las mareas. Sol-Luna-Gravedad-Tierra.
Otros efectos solares:
El viento solar provoca tormentas magnéticas que afectan a la propagación de ondas en la atmosfera terrestre, provoca las auroras polares.
Los cambios del clima del mundo coinciden con variaciones de largo periodo de la actividad solar.
En resumen, son múltiples las influencias de los astros sobre la Tierra, algunas son conocidas y otras no.
Los astrólogos nos hablan de ellas sin especificar, y deberían hacerlo, para conocer mejor su “ciencia”.
Deberían decirnos que nos influye de los planetas ¿su gravedad o la luz que reflejan del Sol?
Como ejemplo, la masa de la Luna sobre un recién nacido es unos dos millones de veces menor que el producido por la masa de la comadrona que esta muy cerca.
Si no es esto y se trata de otra radiación o energía, deberían decirlo para estudiarla y ver que se puede saber de ella. Pero este no es el caso, la influencia es puramente imaginaria, solo esta en sus cabezas, y como tal es difícil de estudiar.
Si bien acepto que nos queda mucho por aprender sobre el sistema solar, no acepto que unas personas (los astrólogos) tengan conocimientos privados y únicos de los cuales los científicos carecen, y que ejercen tan “notables” influencias sobre el ser humano.
También hay que añadir que los objetos del sistema solar no se agotan en el Sol, la Luna y los planetas. Existen además, las lunas de esos planetas, y quizás mas por descubrir, quizás mas planetas (el hipotético planeta X). Quizás una estrella compañera del Sol (Némesis). Cientos de pequeños planetoides y asteroides (cinturón de asteroides entre Marte y Júpiter), cometas que circulan por el sistema solar, varias veces o una sola (desde la Nube de Oort o más allá).
Todo esto es ignorado a la hora de hacer las predicciones los astrólogos, cuando es de prever que también deberían “influirnos” como los planetas, en cualquier caso, sus masas en conjunto no son desdeñables, excepto para los astrólogos.
PUNTUALIZACIONES ASTRONOMICAS
Las constelaciones zodiacales.
Zodiaco: zona de la esfera celeste que se extiende 8´5 grados a ambos lados de la eclíptica, es decir de la trayectoria aparente que el Sol describe alrededor de la Tierra en el curso del año.
Según las fronteras de las 88 constelaciones que la Unión Astronómica Internacional fijó en los años 20 de este siglo, el número de constelaciones zodiacales es de 13 y no de 12 como pretenden los astrólogos. La constelación olvidada en Ofiuco, el Sol en su movimiento aparente se encuentra en ella aproximadamente tres veces mas tiempo que en la constelación contigua, Escorpión.
Las fechas de las constelaciones.
A causa de la acción gravitacional de la Luna y el Sol, sobre el abultamiento del ecuador terrestre, el eje oscila en un periodo de 18´6 años (amplitud 9”: nutación) y describe un cono (precesión) en aproximadamente 25800 años.
Este fenómeno causa el desplazamiento de los signos del zodiaco en relación con las constelaciones que les han dado sus nombre. Retrasándolos un signo.
En el momento actual, las personas que nacen bajo el signo de Virgo “tienen” en realidad un Sol que atraviesa la constelación de Leo. Conclusión: los Virgo son Leo.
Realidad de las constelaciones.
Normalmente las estrellas de una constelación no están relacionadas entre si, ya que están situadas a distancias muy diferentes de nosotros y también muy diferentes entre ellas, por lo tanto la configuración que forman en el cielo es absolutamente casual.
Desde otro planeta lo suficientemente distante (si imaginamos una supuesta civilización) verán unas constelaciones totalmente diferentes a las que vemos desde aquí, incluso puede que nuestro Sol forme parte de alguna constelación que “configure” los destinos de algún crédulo extraterrestre lejano. Además, incluso desde nuestro punto de vista, todas las estrellas se están moviendo, esto hace variar muy lentamente la “forma” de las constelaciones.
Otras notas. (1)
El nombre de las constelaciones se convierte en revelador de las propiedades que pueden proyectar en los humanos. Lo absurdo de esta analogía se pone de manifiesto, si tenemos en cuenta que en otras culturas, también milenarias, como la hindú, la china y la maya, las mismas constelaciones y planetas tienen denominaciones completamente diferentes, que no pueden sugerir los mismos conceptos (recordad lo antes citado sobre la elección de atributos).
La presencia de los planetas en la carta astral sólo es posible si estos se encuentran, en la fecha escrutada, por encima del horizonte del lugar. Esto es así en la mayor parte del globo que habitamos, pero existe la notable excepción de las latitudes superiores al circulo polar ártico o inferiores al circulo polar antártico, en las cuales durante muchos meses del año desaparecen del horizonte los astros de referencia. Por suerte, en esas vastas regiones de Siberia, Canadá y Alaska no hay mucha población, pero … ¿Debemos admitir que los infelices que han nacido en Narvick o Murmansk, por ejemplo, carecen de futuro y aptitudes? ¿Qué maleficio les ha tocado? ¿Acaso no son seres humanos? Los astrólogos una vez mas, rehúyen dar respuesta a esta gran contradicción en sus dogmaticas afirmaciones.
CRITICAS
Es licito desconfiar en estos momentos en los que una crisis histérica se toma por trance místico, o un ciudadano medianamente inteligente puede adquirir categoría de “astrólogo” tras un cursillo de tres meses. No es un astrólogo el que escribe estupideces en una sección de cualquier periódico. (2)
Es curioso ver como entre los propios profesionales del “medio” se dan advertencias de este tipo al respecto de la “falsedad” de gente sin escrúpulos, el propio Jiménez del Oso, describe en el libro de referencia un método infalible para distinguir lo verdadero de lo falso, consultar periódicos viejos, solo aquellos horóscopos que han acertado han sido realizados por verdaderos astrólogos, lo demás son sucedáneos.
Como decía la frase que encabezaba el anterior capitulo, ni siquiera los astrólogos pueden equivocarse siempre.
Errores en las predicciones astrológicas
Extraído de un artículo publicado en Conocer nº 44. (8)
Trabajo realizado por Shaw Carlson, físico de la Universidad de California, Berkeley.
La prueba consistía (resumidamente) en que unos voluntarios eligieran entre tres horóscopos que le entregaban, siendo uno el que les correspondía y los otros dos falsos. Luego a otro grupo se le enviaban tres horóscopos, ninguno perteneciente a su signo. Finalmente a un grupo de astrólogos se le enviaban horóscopos de voluntarios y un perfil psicológico del mismo sujeto, debiendo elegir el perfil que estimara corresponder al horóscopo.
En cualquiera de los grupos el numero de aciertos ronda 1/3, es decir los mismos que se conseguirían por el mero azar.
El artículo termina así:
“Una experiencia que utiliza los métodos de doble ciego ha demostrado que las practicas de los astrólogos son falsas. La correlación predicha entre la posición de los planetas y otros objetos celestes a la hora del nacimiento y la personalidad del sujeto, no existe. La experiencia refuta con toda claridad la hipótesis astrológica”.
La astrología se mueve en el terreno de lo irracional, y éste, sobre todo cuando alimenta una industria prospera, no se deja alcanzar por el lenguaje de la ciencia.
Mas criticas
Para un análisis del leguaje del astrologo ver (9).
Extraído de (10): En este libro podemos leer una critica a la astrología desde un punto de vista cristiano, con el consiguiente toque de atención que a este colectivo debería tener, sobre todo cuando se intenta mezclar tan directamente la astrología con la religión como en (7).
El libro viene a expresar la impotencia de la ciencia en pleno siglo XX contra la astrología en estos tres puntos:
Ciertas predicciones astrológicas se cumplen.
Si el Sol engendra las estaciones y la Luna las mareas, ¿por que no nos van a influir los demás astros?
La gente tiene una gran necesidad psicológica de creer. De estar informados de lo que pasará.
“No veo yo que la Naturaleza
Se haya atado de manos y nos las tenga ligadas aún hasta el punto de marcar en el cielo nuestra suerte.
Depende de una coyuntura
de los lugares, de las personas, del tiempo,
no de las conjunciones de todos esos charlatanes.
(…)
Por ciego y embustero que sea este arte,
puede dar en el blanco una vez entre mil,
son los efectos del azar.”
La Fontaine
Extraído de (3):
Un hecho diferente es el relativo a la astrología. En este caso, los únicos hechos concretos son los que se relacionan con las posiciones del Sol, de la Luna y de los planetas en el cielo y en un momento determinado. En cuanto al resto, tan solo podemos decir que se trata de hipótesis.
El momento del nacimiento no es un instante determinado, sino que es una fase cuya duración puede ser a veces de algunas horas o incluso de días, en el desarrollo de un nuevo ser humano, engendrado en el momento de la concepción, de la penetración del espermatozoide en el ovulo.
Ahora bien, ese momento no puede ser determinado jamás con exactitud. A pesar de ello, durante la concepción se establecen todas las características hereditarias del nuevo ser, las cuales determinaran los limites de posibilidades esenciales de su desarrollo corporal, psíquico y espiritual.
Por otra parte, no resulta fácil comprender que un hecho semejante esté influido por la posición de los planetas, ya que existen numerosas radiaciones cósmicas susceptibles de ser medidas y que en modo alguno llegan a estar influidas por dicha posición de los planetas, estos no reflejan mas que una parte minúscula de la luz emitida por el Sol.
Todo lo mencionado anteriormente, junto con el hecho de que el valor que en astrología se asigna a cada una de las doce moradas no es nada mas que un valor arbitrario ni está basado en ninguna estadística susceptible de ser sometida a un control especifico, todo ello, decimos, da lugar a que la predicción astrológica sea un hecho que descansa, únicamente en la creencia particular de cada individuo. Esto es lo que ocurre, justamente, con todos los métodos de adivinación, ya desde las épocas mas antiguas, que, lo mismo que la astrología no son mas que adaptaciones al inmemorial e inextinguible deseo del ser humano de llegar a conocer de antemano los sucesos que están por venir.
También filósofos como Karl Popper o Mario Bunge preocupados de delimitar ciencia y pseudociencia han tenido en la astrología un buen campo de estudio.
Así podemos leer en (11) pág. 61:
“La astrología no pasa la prueba. Impresionó y engañó mucho a los astrólogos lo que ellos consideraban elementos de juicio confirmatorios, hasta el punto de que pasaron totalmente por alto toda prueba en contra. Además, al dar a sus interpretaciones y profecías un tono suficientemente vago, lograron disipar todo lo que habría sido una refutación de la teoría, si ésta y las profecías hubieran sido mas precisas. Para escapar a la refutación, destruyeron la testabilidad de su teoría. Es una típica treta de adivino predecir cosas de manera tan vaga que difícilmente fracasen las predicciones: se hacen irrefutables.
Por su parte Mario Bunge en (12), define a la ciencia con una decatupla de miembros, para demarcarla de la pseudociencia, dice:
“Pasemos revista a algunas de las seudociencias mas populares comenzando por la astrología. Curiosamente, ésta es la única seudociencia cuyo fondo especifico E contiene una ciencia autentica: la astronomía. En este respecto la astrología esta mucho mas cerca de la ciencia que el psicoanálisis y la parapsicología, las que carecen de base científica. Pero desde luego la astrología falla en todo lo demás. En particular, su hipótesis central (que la configuración de los cielos en el momento del nacimiento determina inexorablemente la historia de las personas) no tiene asidero. No solo no involucra un mecanismo investigable, sino que ha sido empíricamente refutada mas veces que confirmada. Investigaciones estadísticas recientes muestran que la mayoría de la gente elige ocupaciones diferentes de las recomendadas por sus horóscopos. El origen social, las circunstancias y oportunidades, y los accidentes (la buena o mala suerte) pueden mas que cualquier otra cosa. Ya San Agustín, en sus Confesiones, había refutado a la astrología al señalar que el hijo del hombre libre que nace al mismo tiempo que el hijo del esclavo tienen destinos bien diferentes.”
CONCLUSION
A la vista de lo anteriormente expuesto, la conclusión no puede estar mas clara, las respuestas a las preguntas con las que comenzamos son: la astrología no puede tomarse en serio y no es una ciencia. Es un fraude, deliberado o no, y además un buen negocio hoy en día a juzgar por su difusión.
De ciencia no tiene nada, si exceptuamos todos los datos empíricos sobre posiciones planetarias que saca de la ciencia autentica, de la astronomía.
Hoy en día aunque mucha gente siga confundiendo ambas palabras, debemos saber que hoy ni un solo astrónomo apoya las especulaciones astrológicas. Por el contrario los astrólogos necesitan de las efemérides que anualmente publican los observatorios astronómicos para su labor.
No deja de ser curioso que se encuentren horóscopos en todas partes menos en las revistas de astronomía. Los dos fenómenos se confundían hasta el siglo XVII pero ahora no debería ser así.
Se debería poner en su sitio la mas viejas de las creencias pseudocientíficas.
Hace algún tiempo 200 científicos del mundo, incluidos varios premios Nobel, firmaron un manifiesto denunciando la astrología como falsa y anticientífica.
También hace poco, la organización estadounidense CSICOP (Comité para la investigación de los supuestos hechos paranormales), lanzó una campaña para lograr que la publicación de horóscopos en la prensa fuera acompañada por la nota: “Sección de puro divertimento. Los horóscopos no tienen ningún valor científico o predictivo”.
En el nº 1 de la revista Más Allá de la ciencia, aparecida en marzo de 1989, se hace una especie de salvamento de la astrología por parte de Helio Zendáel, de criticas como las aparecidas en este trabajo. Es un intento de colocar la astrología fuera del alcance de las criticas racionalistas.
El artículo se titulaba La esencia cósmica, y un extracto del mismo viene en la nota (7), de esta manera, el autor eleva prácticamente a la categoría de religión a la astrología, al decir que fue revelada por inspiración como las mitologías y las religiones. Por supuesto no explica porque dice eso, a que se debe ese cambio de actitud frente a otras posturas de otros astrólogos que ya hemos citado, y que podríamos considerar mas o menos tradicionales. Simplemente se lo saca de la manga, para intentar eludir criticas, criticas que demolían los antiguos cimientos de esta, la eleva a la categoría de metafísica, solo accesible por la fe, eliminando así sus restos científicos.
En este punto uno ya no tiene mucho mas que decir, si se autoproclama más allá de la ciencia, la critica científica no le afecta. Pero recordemos que “la fe es un contenido de la conciencia, nada prueba” (13).
Además esta huida hacia adelante no era necesaria, la critica a la astrología por parte de la ciencia es una insignificancia comparada con la difusión de la astrología. Y por tanto le afecta poco. La mayoría de la gente, ve como muy atractiva la posibilidad de conocer el futuro que le ofrece la astrología, y la critica científica no va a cambiar esto.
Es solo una batalla mas perdida en la guerra contra la pseudociencia.
Quisiera terminar destacando algunos puntos de esta guerra que los racionalistas estamos perdiendo:
Amplia difusión de la pseudociencia y poca difusión de la ciencia. Solo hay que mirar los periódicos y la relación libros a favor pseudociencia, libros con actitud critica.
Adueñamiento de logros de la ciencia para apoyar la divulgación pseudocientífica. Como el uso de computadoras para realizar horóscopos, o mezclar temas científicos y pseudocientíficos en las revistas del ramo para hacerlo pasar todo por bueno.
Ignorancia de los temas científicos de la mayoría de la gente. Lo que impide un posicionamiento critico frente a cosas que no entienden, o de las que no pueden opinar.
Las cuestiones pseudocientíficas siempre serán menos complicadas y mas atractivas que las científicas.
Todo esto ayuda a explicar el auge actual del fraude astrológico.
BIBLIOGRAFIA
Libros.
(2) El fin del mundo. Fernando Jiménez del Oso. Ediciones UVE, septiembre de 1979.
(3) Diccionario de ocultismo. Frederik Koning 1974.
(4) La astrología. Guía nº 12 de La Vanguardia. Alicia Galloti, 1989.
(9) Filosofía y superstición. Theodor W. Adorno. Alianza Taurus 1972.
(10) Los católicos de hoy y las ciencias ocultas. Alec Mellor, AHR 1969.
(11) Conjeturas y refutaciones. K. R. Popper, Paidos 1983.
(12) Seudociencia e ideología. Mario Bunge, Alianza Universidad, 1985.
(13) ¿Qué es ser agnóstico? Enrique Tierno Galván, Tecnos 1986.
Diccionario enciclopédico Salvat Alfa, 1986.
Los fenómenos paranormales. Henri Broch, Critica 1987.
Guía celeste mensual. Ian Ridpath, Will Tirion, Omega 1989.
Estrellas, galaxias y planetas. Giancarlo Favero, Amaya 1985.
Els amants de l´astronomia. Colin A. Ronan, Blume 1982.
REVISTAS
(1)La Alternativa Racional nº 12 y 15. Alternativa Racional a las Pseudociencias. Bilbao 1989.
(5) Revista del Valles nº 587, 23 de diciembre de 1987, Tarafa.
(6) Entrevista de La Vanguardia a Guiomar Eguimor.
(7) Más Allá de la ciencia, nº 1 marzo de 1989, Heptada.
(8) Conocer nº 44, septiembre de 1985, Grupo Z.
Tribuna de Astronomía, Sirius.
Investigación y Ciencia, Prensa científica.
Mundo científico, Fontalba.
Recortes del periódico La Vanguardia.